
Enseñanzas antiguas sobre oración que compartí en su momento (hasta donde alcanzó el conocimiento que tenía disponible). Vuelvo a compartir las transcripciones (que datan (las grabaciones en audios subidos en Google Drive) del 30 de agosto de 2020 al 12 de febrero de 2021), pero en esta cuenta y en una lista. (En mi nueva cuenta de Archive Org).
Reflexiones sobre la oración / Víctor Ñancucheo
Son nueve enseñanzas básicas de oración que considero muy importantes para todo creyente, no solo para nuevos en la fe:
- Dos principios: 1) no orar en público y 2) orar en privado.
- Principios: palabrerías y gentiles: Evitar vanas repeticiones como los no creyentes.
- La orden literal que no es vana repetición: No fue una sugerencia, tampoco una parábola, menos un mero "modelo de oración", sino una orden y de corazón.
- Perdonar y su condicionalidad: Si no perdonamos en la oración, no seremos perdonados por el Padre.
- Saber pedir: Pedir con propósito bíblico, no con propósitos pecaminosos.
- Pedir con fe: Dando por hecho que hay Dios, debemos pedir conforme a la voluntad de Dios con seguridad absoluta de que él lo hará.
- Fe, eficaz y ferviente: La oración del justo puede mucho: una vida de obediencia por fe es eficaz para orar fervientemente.
- Peticiones en el nombre de Jesús: ¿Verdaderamente oramos en el nombre de Jesús? ¿Verdaderamente honramos a Jesucristo? ¿Conocemos al Señor Jesús?
- Velar y orar: La carne y el espíritu se oponen. Las tentaciones por nuestras pasiones desordenadas y por demonios se aprovechan de nuestras necesidades y debilidades para que pequemos. Velar y orar para no ceder a la tentación.
Aclaración
Aunque hoy tengo una comprensión diferente sobre «depravación total» (era más reformado) y de otros asuntos tratados (estaba transicionando a ser más optimista); también era más crítico contra algunos excesos del neopentecostalismo, ideología de prosperidad («yo decreto» y esas cosas que en su momento estaban muy de moda), pero no hay desperdicio.
Fue en un momento en donde el Señor me probó en cuanto al perdón, en no odiar a mis hermanos aunque muchos no se dieran cuenta de los ataques espirituales hacia mi persona. Donde también me humillaba en oración, tanto en privado como en una iglesia, para no contender en mi corazón contra ellos cuando predicaban, aprendiendo así a tener como centro a Cristo. Me sentía muy solo, pero el Señor estuvo conmigo, enseñándome e instándome a usar el don de enseñanza para que todos sean edificados y que la gloria sea para el Señor. Y que realmente la paz del Señor Jesucristo sea con todos ustedes. Amén.
Sean todos bienvenidos al escuchar gratis estas reflexiones para la gloria de Dios. La paz del Señor sea en sus vidas.
Nota:
// Por la naturaleza de la licencia de la música utilizada («Spring»), Creative Commons (CC) Atribution-NonCommercial-ShareAlike 4.0 Internacional, del autor Dee Yan-Key no comparto estas reflexiones en otra plataforma (en Youtube incluso saltó el Copyright de este autor). Para evitar problemas de derechos de autor. //