La humildad en general
La humildad es una cualidad, un atributo comunicable implícito de Dios, evidenciable explícitamente y de manera perfecta en la humanidad de Cristo, porque forma parte de su carácter y que fue comunicada al ser humano en la creación (Génesis 1:26), ésta cualidad en el ser humano es limitada, más aún después de su caída (3:6, 12-19), ésta característica es definida en el diccionario de la lengua española (2019) de la siguiente manera en su primera acepción: “Virtud que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades y en obrar de acuerdo con este conocimiento.”, esta definición da a entender que la persona con suficiente humildad es capaz de reconocer sus debilidades, sus errores, etcétera. Entonces se entiende de manera simple qué es la humildad.Como principio de disciplina
Sin embargo, en cuanto a la fe, abarca mucho más que eso, porque es un asunto de vivencia diaria y lo que se está exponiendo en este artículo es en una continua actitud en práctica, en lo posible en todo lo que se haga, por lo que tomaría forma de “disciplina”, pero que trasciende en todo, para esto hay que saber que Dios ordenó por medio de Sofonías a su pueblo, esto es, en buscarle, también buscar la justicia y la humildad, aún quienes son humildes, como lo describió Sofonías: “Buscad al Señor, vosotros todos, humildes de la tierra que habéis cumplido sus preceptos; buscad la justicia, buscad la humildad. Quizá seréis protegidos en el día de la ira del Señor.” (Sofonías 2:3). Aquí también se describió quienes eran humildes y que cumplieron sus preceptos, porque demostraron que tienen sabiduría de Dios, como Salomón lo escribió en Proverbios: “Cuando viene la soberbia, viene también la deshonra; pero con los humildes está la sabiduría.” (Proverbios 11:2), que Dios mira y habita en ellos, en el humilde de espíritu y en el que le teme, como lo dijo Isaías en los siguientes textos: “Porque así dice el Alto y Sublime que vive para siempre, cuyo nombre es Santo: Habito en lo alto y santo, y también con el contrito y humilde de espíritu, para vivificar el espíritu de los humildes y para vivificar el corazón de los contritos.” (Isaías 57:15); “Todo esto lo hizo mi mano, y así todas estas cosas llegaron a ser--declara el SEÑOR. Pero a éste miraré: al que es humilde y contrito de espíritu, y que tiembla ante mi palabra.” (66:2), por lo que es un principio a considerar, buscar la humildad, aunque se habló de juicio en el texto de Sofonías, esto es porque en ese tiempo el pueblo de Israel estaba sumido en pecados, idolatrías, desobediencias, es por eso que Sofonías mandó guiado por el Espíritu a buscar con urgencia al Señor, aún a los humildes que estaban entre ellos, para que quizás pudieran ser protegidos de su ira en aquél día, pues el pueblo en aquel entonces había hartado al Señor por sus abominaciones y prácticas pecaminosas, he allí el motivo de juicio y calamidades que el Señor mandaba, juzgando conforme a las obras, esto da a entender que el tener esta cualidad latente y seguir buscando más de ésta, además de la justicia y otras cosas que demandó, y sigue demandando actualmente el Señor, es vital a la hora de buscar protección y librarse de algún juicio de parte de Dios, por lo menos en el texto bíblico anterior (el pasaje de Sofonías) habló de un “quizá”, por tanto, la posibilidad de librarse de aquella ira, pues el Señor aborrece el pecado, entonces hay que tener humildad no solo para reconocerlos sino para hallar misericordia, protección del Altísimo y que también él promete vivificación del alma a quien es humilde. Por último, tener humildad hace capaz de recibir la voluntad de Dios, de recibir la sana enseñanza, la palabra pura de Dios, algo así declaró Santiago: “Por lo cual, desechando toda inmundicia y todo resto de malicia, recibid con humildad la palabra implantada, que es poderosa para salvar vuestras almas.” (Santiago 1:21), además de rechazar toda malicia, y que la palabra implantada es poderosa para salvar. Entonces hay que considerar tener esta cualidad de humildad, porque el Señor nos manda buscar de ésta, incluyendo a quien ya es humilde, que en el hombre humilde está la sabiduría y por ésta prefiere obedecer a Dios, para evitar consecuencias en la vida y para poder recibir la palabra verdadera, que hace salvar nuestras almas, porque Dios está atento y habita en el hombre humilde.Esta cualidad en el hombre de Dios y en Jesús
Para aprender la verdadera humildad, podemos aprender de Moisés en el siguiente versículo: “(Moisés era un hombre muy humilde, más que cualquier otro hombre sobre la faz de la tierra.)” (Números 12:3), esto se debe a la descripción que se hace de él en el libro de Números, porque Moisés en el desierto fue preparado durante cuarenta años antes de ser llamado por Dios para liberar a Israel en ese entonces de Egipto, como se relata en el libro del Éxodo, que quiere decir “salida”, a pesar de todo esto Aarón y María, sus hermanos murmuraron de él y después de Dios reconocer esa cualidad que rebosaba en Moisés por el Espíritu de Dios, más adelante Dios reprende a Aarón y a María por haber dudado hablando mal de su siervo Moisés, prosigue con sus respectivos castigos. Esto nos enseña que debemos cuidarnos de hablar en contra de alguien humilde, como puede ser algún hermano que ejerce alguna autoridad delegada que sobre todas las cosas rebosa en su vivencia diaria esta cualidad de humildad o a cualquier hermano que tenga igualmente ésta, porque Dios ha hecho un gran trabajo en sus vidas, para tener esa humildad, también que el Señor nos protege y defiende contra quienes hablan mal de nosotros si andamos en humildad, todo esto debemos considerar.También esforzarse cada día en ser más humildes, para esto es necesario leer lo que Jesús declaró con respecto de sí mismo y ordenó a todos a aprender de él, quien manifestaba esta gran virtud, esto en el siguiente versículo: “Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón...” (Mateo 11:29). en el mismo libro describe la condición también de humildad y no de autoexaltación, cuando Jesús entró en Jerusalén montado en un asna prestada en el siguiente versículo: “DECID A LA HIJA DE SION: "MIRA, TU REY VIENE A TI, HUMILDE Y MONTADO EN UN ASNA, Y EN UN POLLINO, HIJO DE BESTIA DE CARGA." (21:5). Esta humildad es genuina en él, porque viene de un corazón puro, de alguien justo y misericordioso, del mismísimo Señor Jesús, quien es humilde de corazón, aún estando en forma de siervo, aún habiendo tomado forma de humano, dio un gran ejemplo de humildad, de sacrificio, de fortaleza, además de que expulsaba demonios por el poder de Dios no se autoexaltó sino que siguió en su condición, en su actitud de humildad y que mandó a todos a aprender esta cualidad que lo caracterizó, entonces la base de ésta actitud humilde para un verdadero discípulo de Cristo es Jesús en su perfecta humanidad, pero no solo eso sino también es un mandato directo y explícito, "... aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón...", de esta manera poder hallar descanso verdadero, descanso en el interior, en el alma y esto se consigne progresivamente en continua comunión con él, aprendiendo y practicando su palabra, comenzando con el primer requisito que nombró en el mismo versículo: "Tomad mi yugo...", que refleja un sometimiento voluntario a su persona y en obediencia a lo que él manda, por fe, así tener esa humildad espiritualmente en el poder del Señor, que para obtenerla prácticamente hay que someterse a Dios y aprender de Jesús principalmente.
El apóstol Pablo también habla de esta importante actitud de humildad para los creyentes, describiendo en quien estuvo, algo de mucha importancia para aprender de la humildad y anhelarla de corazón, vea los siguientes versículos:
Nada hagáis por egoísmo o por vanagloria, sino que con actitud humilde cada uno de vosotros considere al otro como más importante que a sí mismo, no buscando cada uno sus propios intereses, sino más bien los intereses de los demás. Haya, pues, en vosotros esta actitud que hubo también en Cristo Jesús, el cual, aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse, sino que se despojó a sí mismo tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres. Y hallándose en forma de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le confirió el nombre que es sobre todo nombre. (Filipenses 2:3-9)
Con estos textos bíblicos se puede entender mucho más en detalles lo que abarca la humildad bíblica, por ejemplo: 1) que es contrario a la vanagloria y al egoísmo. 2) que considerar al prójimo más importante que así mismo. 3) que no procura el propio interés sino más bien el de los demás. 4) esta actitud humilde estuvo en Jesús, humillándose así mismo por haberse identificado con el ser humano tomando forma de servidor obediente. Y agregar que el Padre lo exaltó por sobre todas las cosas, por su obediencia hasta la muerte y que incluía esa importante actitud de humildad en Jesús. Entonces es importante considerar la humildad como principio de disciplina, porque muchos creyentes oran o escudriñan las escrituras, pero sin esta importante cualidad de humildad.
Imagínese lector, audiencia o hermano el estrago que produce predicar, enseñar u obrar sin acompañarla con humildad, yo personalmente lo he visto y aunque pueden recitar versículos de memoria, gritar en las calles el evangelio o accionar ayuda al prójimo, es desagradable el daño que ocasionan, la soberbia y jactancia que se dan, cuando dicen por ejemplo:
He ganado mil almas para el Señor; doy diezmos de todo lo que gano; llevo más de 45 años de ministerio; soy doctor en teología; me congrego siempre; soy maestro y pastor; gano demasiado dinero, porque por los diezmos Dios me bendice enormemente; proclamó el evangelio puro y soy muy bíblico; un predicador que dice "hay que amar a los hermanos", pero hablando con un falso celo, con enojo y altanería, diciendo una verdad pero de manera imprudente, sin humildad; o alguien dando su "humilde" opinión; también he visto de ciertos "hermanos" condenar el error de alguien sin misericordia por cuestiones periféricas; y bla bla bla...
Estos son sólo unos ejemplos, como si dependiera de ellos y no de Dios, esto es consecuencia de no tener humildad, en resumen, por la falta de humildad a la hora de decir o hacer la obra es que lamentablemente ocasiona que los no creyentes blasfemen el camino del Señor, que la Iglesia de Cristo sea pisoteada y que los verdaderos hermanos se disgustan por esta falta de integridad, esto lamentablemente demuestra que aquellos que no muestran ésta cualidad de humildad, no se fundamentan verdaderamente en Jesús, solo de palabras, pero de hechos y de actitud no, entonces cuenta como si no se fundamentaron realmente en Jesús, para evitar lo anterior es que urge poner la mirada en Jesús, no solo en un aspecto sino en todos ¿Ve que es importantísimo este principio?
La Humillación
La humillación es en general una actitud de reconocimiento voluntario de las propias faltas cometidas, de dependencia a alguien y de no ensoberbecimiento en sí mismo. Ésta a diferencia de la cualidad de humildad, es la acción, como lo define el mismo diccionario español “Acción y efecto de humillar o humillarse”, que conlleva la negación de mismo, es la expresión de la cualidad de humildad, en humillarse así mismo y en otra se relaciona con humillar a otros, pero ese otro aspecto se desarrollará en "contraste entre humillaciones", se podría decir que la humildad es el “contenido” o “motivación interior” y la humillación es el “resultado expresado” en acción. Entonces se entiende que está acción es importante en la vida cristiana, porque así como Jesús se humilló así mismo para ser obediente al Padre, también esto es para todo discípulo de Jesús, porque este tipo de humillación está relacionado con la obediencia.Como actitud disciplinaria
La persona humilde no anda presumiendo de sus logros, ni osa atribuirse reconocimiento desde su parte, son más bien recatados o discretos en su actuar, en aportar ideas o ayudas. También no anda diciendo que es humilde para hacerse el más interesante y el más cercano a Dios, sino más bien reconoce que esa humildad es dada por Dios y que necesita más de esa cualidad diariamente de Cristo. Y por último, es muy sensible cuando anda falto de humildad en lo más mínimo en sus acciones o dichos. Nunca se conforma con la humildad dada, sino que siempre está pidiendo por el Espíritu al Padre más de esta actitud, para ser cada día más humilde, se incomoda internamente cuando se le atribuye algún reconocimiento y no lo hace saber para no ofender, pero en ocasiones exterioriza esa incomodidad, para hacer entender que realmente el reconocimiento se lo merece el Señor y no él, así no dar cabida a la idolatría y la autoexaltación que ha sido muy de tropiezo siempre en la humanidad, porque se considera un “siervo inútil”, teniendo este mandamiento muy en cuenta en su corazón, para obedecerlo, como Jesús ordenó después de hacer todo lo mandado por él: “Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que se os ha ordenado, decid: “Siervos inútiles somos; hemos hecho sólo lo que debíamos haber hecho.” (Lucas 17:10), esto ayuda a que el creyente no se ensoberbezca ni se jacte de la obra hecha, porque solo hizo lo mandado por Dios, por eso tiene esta actitud de humillación, que hace gozar a Dios.Esta actitud en el creyente y en Jesús
La exhortación del apóstol Pedro, a los judíos que profesaban la fe en Jesús es el de humillarse ante Dios, como dijo en el siguiente texto: “Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que El os exalte a su debido tiempo,” (1 Pedro 5:6), este “humillarse” implica un sometimiento a la voluntad y a la palabra de Dios, en obediencia, así el Señor a su debido tiempo les recompensará en honor, esto se debe a que Satanás anda como león rugiente buscando a quien perjudicar (v.8), también en ese entonces, como ahora, es importante someterse en humillación al Señor, confiando en su poder, llevando toda ansiedad ante su presciencia y para portarse bien, en un trato amable los unos a otros en sometimiento voluntario, para tener un orden en la comunidad con esta actitud humilde (v.5), todo esto es muy beneficioso para la comunidad y agradable delante del Padre. Jesús es quien además de tener humildad verdadera, es quien expresó y experimentó en su cuerpo la humillación, humillándose a sí mismo como declaró el apóstol Pablo a los filipenses: "Y hallándose en forma de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz." (v.8), esto enseña que es muy importante humillarse a sí mismo delante del Padre y con mayor razón valorar lo que Jesús hizo por la humanidad, la muerte en la cruz, para abrir el acceso a la vida eterna de quienes creen y aceptan vivir su voluntad en humildad de corazón. Y por último considerar que esta actitud es un mandato de Dios por medio del apóstol, para todo creyente en toda la manera de vivir, despojaos del viejo hombre, revestirse de tierna compasión y humildad como está escrito en el siguiente pasaje bíblico: “Entonces, como escogidos de Dios, santos y amados, revestíos de tierna compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia;” (Colosenses 3:12), esto enseña que no es solo para ciertas ocasiones ni actuar de esta manera por tener favoritismo de personas sino en toda vivencia diaria, por eso que acá en este escrito se propone que sea una “actitud disciplinaria” que se une a las disciplinas espirituales básicas del creyente, no solo por hacer, sino porque uno al esforzarse en realizarla, a la hora de la prueba se sabrá cómo dirigirse y con mayor razón el refugio será el Señor.Diferencias
Estas diferencia se desarrollan en este estudio para dar una idea un poco más precisa, es importante entenderla, porque muchos ven con negatividad la humillación, sobre todo quienes son ateos o no cristianos, entonces teniendo presentes esta diferencia, se hará más fácil de explicar y como no, también promover la humillación en el buen sentido para con Dios y con los demás.De la falsa humildad
A diferencia de la verdadera humildad, la falsa es la imitación a esta virtud, pero fundamentado en el sentir de la naturaleza caída del ser humano, viciada de pecado, de odio, de rencillas, y guerras, es esa que presume y se jacta por ser supuestamente humilde o le gusta andar dando lastima, es esa que no es una humildad duradera sino por “temporada” por así decir, basado en los sentimiento pasajeros y no en la cualidad del Espíritu Eterno revelado en las escrituras ni por fe en Jesús, el blanco perfecto de la fe cristiana; es esa “humildad” que no se fundamenta en la sabiduría de Dios sino en la sabiduría de falsas religiones y tradiciones de moda, es esa que no produce temor a Dios sino que consiente el pecado, es esa que por fuera se muestra amigable, pero por dentro hay toda clase de engaños, altanerías e impiedades.Contraste entre humillaciones
En el sentido retributivo y de juicio por parte del Señor al impíoEl Señor humilla y castiga a quien se ensoberbece, a quien se enaltece, se enorgullece, al presumido, al maldiciente, a todo aquel que hace injusticia, al que tuerce el camino de los humildes, en resumen, al desobediente:
Así dice el SEÑOR: Por tres transgresiones de Israel, y por cuatro, no revocaré su castigo, porque venden al justo por dinero y al necesitado por un par de sandalias. Los que pisotean en el polvo de la tierra la cabeza de los desvalidos, también tuercen el camino de los humildes. Un hombre y su padre se llegan a la misma joven profanando mi santo nombre; sobre ropas empeñadas se tienden junto a cualquier altar, y el vino de los que han sido multados beben en la casa de su Dios. Yo destruí al amorreo delante de ellos, cuya altura era como la altura de los cedros, y era fuerte como las encinas; yo destruí su fruto por arriba y su raíz por abajo. (Amos 2:6-9).
En el libro de Proverbios se describe la recompensa que recibe el orgulloso, que este mismo orgullo le será causa de humillación, y ésta por supuesto es de vergüenza: “El orgullo del hombre lo humillará, pero el de espíritu humilde obtendrá honores.” (Proverbios 29:23). Jesús hablo sobre este tema y advierte lo siguiente: “Y cualquiera que se ensalce, será humillado, y cualquiera que se humille, será ensalzado.” (Mateo 23:12), porque es el Señor quien humilla o exalta, como se da a entender con este pasaje: “Y todos los árboles del campo sabrán que yo soy el SEÑOR; humillo al árbol elevado y elevo al árbol humilde; seco al árbol verde y hago reverdecer al árbol seco. Yo, el SEÑOR, he hablado y lo haré. (Ezequiel 17:24). Esto es de temer y considerar fuertemente. Otro caso de humillación de parte de Dios a un soberbio están en los relatos de Moisés en el libro del Éxodo, cuando Dios mandó plagas en juicio cada vez que el Faraón desobedeció las amenazas de Dios advertidas por Moisés y Aarón, esto lo pueden encontrar en Éxodo 7:10-12:30 y se puede comprobar la soberbia y altanería del Faraón con el siguiente texto: "todavía te enalteces contra mi pueblo no dejándolos ir" (9:17). Esto muestra lo orgulloso, altivo que fue el Faraón y de esta manera fue que Dios lo humilló por ser soberbio y endurecer su corazón no dejando salir a Israel de Egipto, por lo que recibió juicio de parte de Dios, también que castigó al pueblo de Egipto por culpa de las malas decisiones de Faraón, además de gente egipcia que no quisieron escuchar las advertencias que Dios hablaba a través de Moisés y Aarón, por lo que hay que tener cuidado y no someterse a líderes que tengan esta característica, la soberbia y altivez de espíritu en las congregaciones o donde se esté sirviendo al Señor. Esto es una gran enseñanza y sirve de advertencia para todo altivo y soberbio de corazón, también como lección de vida y así ser humildes para ser engrandecidos por Dios en vez de ser humillados con juicio de parte de él.
En el sentido de exaltación y recompensa por parte del Señor al humilde
El Señor no desprecia un corazón humillado delante de Él, porque son el sacrificio perfecto y agradable, como dice en un Salmo: “Los sacrificios de Dios son el espíritu contrito; al corazón contrito y humillado, oh Dios, no despreciarás.” (Salmos 51:17). Promete honrar a quien se humilla ante su presencia en el siguiente versículo: “Humillaos en la presencia del Señor y El os exaltará.” (Santiago 4:10), este “humillaos” está en armonía con un “someteos” al Señor. El escucha a quien se humilla de corazón ante el Señor si está buscando alguna respuesta, como en el caso de Daniel, que por cierto estaba en un ayuno y éste consiste también en una forma de humillarse ante Dios, todo en el siguiente pasaje: “Entonces me dijo: No temas, Daniel, porque desde el primer día en que te propusiste en tu corazón entender y humillarte delante de tu Dios, fueron oídas tus palabras, y a causa de tus palabras he venido.” (Daniel 10:12). Él no destruye a quienes ha determinado destruir si ve en las personas que va a enjuiciar una actitud de humillación y arrepentimiento de sus malas obras, así está escrito en Crónicas: “Cuando el SEÑOR vio que se habían humillado, vino la palabra del SEÑOR a Semaías, diciendo: Se han humillado; no los destruiré, sino que les concederé cierta libertad y mi furor no se derramará sobre Jerusalén por medio de Sisac.” (2 Crónicas 12:7), e incluso puede evitar que una persona experimente las consecuencias de los pecados que se han cometido, relacionado con enviar juicio, como en el caso del rey Josías en su tiempo, cuando oyó la ley de Dios, se dio cuenta que había pecado grandemente él y su pueblo, se humilló y lloró amargamente, entonces Dios le promete que no verá esa consecuencia en sus días de vida, aunque sí mandó juicio en ese tiempo, pero el punto es que por humillarse delante de Dios, el puede evitar ciertas consecuencias a quien se humilla, como está escrito en el mismo libro de Crónicas:
Así dice el SEÑOR, Dios de Israel: 'En cuanto a las palabras que has oído, porque se enterneció tu corazón y te humillaste delante de Dios cuando oíste sus palabras contra este lugar y contra sus habitantes, y te humillaste delante de mí, y rasgaste tus vestidos y lloraste delante de mí, ciertamente te he oído--declara el SEÑOR. 'He aquí, te reuniré con tus padres y serás recogido en tu sepultura en paz, y tus ojos no verán todo el mal que yo voy a traer sobre este lugar y sobre sus habitantes.' (2 Crónicas 34:26-28)
Con estos pasajes bíblicos se puede entender las diferencias entre la humillación de vergüenza, juicio para el soberbio de la humillación de honra y protección para el humilde.
En disciplina espiritual
¿Por qué en disciplina?, porque es necesario hacerla hábito, porque le agrada a Dios, porque ayuda a vivir una vida con descanso en el alma, porque ayuda a evitar malas consecuencias y recibe honor por parte de Dios, porque esto es lo que debiera manifestar alguien que realiza las disciplinas básicas del cristianismo y también es necesario manifestar esta actitud en disciplina espiritual a la hora de realizar las disciplinas ya mencionadas, de esta forma todo lo hecho agrada a Dios, porque al creyente se le anima a servir a Dios con humildad y también a los demás cómo se escribió en Hechos: “sirviendo al Señor con toda humildad, y con lágrimas y con pruebas que vinieron sobre mí por causa de las intrigas de los judíos” (Hechos 20:19); “con toda humildad y mansedumbre, con paciencia, soportándoos unos a otros en amor,” (Efesios 4:2), porque motiva a los demás a anhelar y buscar más humildad, que hace sensible al cristiano que busca más de esta virtud, porque hay recompensa en esta vida si se procede con humildad y reverencia a Dios: “La recompensa de la humildad y el temor del SEÑOR son la riqueza, el honor y la vida.” (Proverbios 22:4), porque esta verdadera humildad tiene que ser impulsada por el Espíritu Santo en el creyente que obedece, aprendiendo del humilde de corazón, es decir, Jesús. Recordar siempre este versículo: “Bienaventurados los humildes, pues ellos heredarán la tierra.” (Mateo 5:5), una promesa de Jesús al humilde.Conclusión
Entonces entendemos que: esta virtud es muy importante, considerar la humildad como principio de disciplina, porque esta estaba en Moisés en su tiempo, que Jesús es humilde de corazón y como cristianos tenemos que reflejar esta humildad por medio del Espíritu en nuestras vidas, esto se consigue obrando las disciplinas espirituales del cristianismo como la oración por ejemplo; que la humildad en nosotros abarcaría ciertos detalles como por ejemplo: 1) que seremos contrarios a la vanagloria, 2) que consideremos más importante a los demás que a nosotros mismos, 3) que busquemos el bien de los demás antes que el nuestro y 4) que esta virtud estuvo y está en Jesús; la persona humilde no busca su propia gloria, al contrario, se incomoda cuando le atribuyen mérito, porque se considera “siervo inútil” y que la honra es para Dios; la humillación es la acción de quien se humilla, también implica sometimiento a la voluntad de Dios, las diferencias entre las humillaciones, que Dios humilla al soberbio, a quien se enaltece y humilla al humilde, les enviá juicio por sus pecados, mientras que él honra al humilde, que obedece sus mandamientos, al que sirve con humildad, a quien la busca, lo protege de juicios, de ciertas consecuencias, lo escucha y habita en ellos; por último, que en disciplina constante mostremos humillación, pues así agradamos al Padre, somos recompensados por el, bendecidos por practicar la humildad y porque Jesús es humilde de corazón, que debe ser suficiente motivo. ¡Gloria al que vive por los siglos, amén!https://estudiandosuescritura.blogspot.com/
Nota:
Real Academia Española. (2019). Diccionario de la lengua española (23.a ed.). Madrid, España: Autor. Consultado en: https://dle.rae.es/