La oración. Saber pedir

estudiandosuescritura

Escuchar lectura:

Texto:

Saludos, tengan paz de Cristo. Estaré compartiendo otra reflexión y tiene que ver con la oración, pero, lo veré de acuerdo al siguiente pasaje que se encuentra en Santiago 4:3 RVR1960 y leo en el nombre de Jesús, amén:

Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites. 

Amén. Bueno, leyendo esto es claro a qué se refiere, se refiere al pedir, si bien, en su contexto inmediato no nombra la oración, pero es necesario tratar ese tema, porque nosotros cuando oramos, también pedimos, pero hay que saber pedir.

Los gentiles piden mal

Es interesante, porque si lo vemos y hacemos la conexión con reflexiones anteriores, uno se puede dar cuenta, por ejemplo, en Mateo 6:7-8, que dicen así:

Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis. 

De alguna manera el versículo 7 en cuanto a la oración, se puede relacionar mucho con el pasaje de Santiago 4:3, en referencia cuando habla de los "gentiles", los paganos o los no cristianos [en nuestro contexto actual], que piensan que porque más oran a Dios y usan palabrerías, más serán escuchados, pero nosotros, de acuerdo al versículo 8 [de Mateo 6] no debemos ser semejantes a ellos, porque el Señor sabe la necesidad que tenemos y en el versículo 9 el Señor nos aclara que hay parámetros en la oración, la oración no es en vano, tiene propósito bíblico, por ejemplo, en el versículo 10 dice: "Venga tu reino. Hágase tu voluntad ...", Y eso ya tiene que ver con pedir.

Pedir para proveer los deseos de la carne nos constituimos “enemigos de Dios”

Si uno pone atención a este versículo 3 del capítulo 4 de Santiago, se dará cuenta que habla del pedir y uno no recibe, y dice por qué, “porque pedís mal, para gastar en vuestros propios deleites”.

Yo pregunto, ¿Cuántas veces hemos pedido mal?

Y si leemos el contexto inmediato, por ejemplo, en el versículo 1 habla sobre “de dónde vienen las guerras”, que vienen prácticamente de nuestras pasiones, de nuestra carnalidad; en el versículo 2, "codiciáis y no tenéis, matáis y ardéis de envidia, no podéis alcanzar, combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís", claro, aquí habla de no pedir y nos quejamos, pero cuando pedimos, de acuerdo con el versículo 3, no recibimos y ¿Por qué? Porque pedimos para gastar en vuestros [o en nuestros] deleites y miren el versículo 4, está muy relacionado con eso, cuando uno pide de esa manera, dice:

¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.

Es interesante, porque si uno pide no conforme a la voluntad de Dios, sino para gastar en nuestros pecados, prácticamente estamos mezclando las cosas y adulterando el propósito de Dios para nuestra vida, y nos constituimos "enemigos de Dios", porque nos hacemos uno con las tinieblas, con el mundo, por eso, es interesante analizarlo de esa manera, porque tiene que ver con eso y ¿Por qué es importante?, Porque al orar de esa manera no estamos mostrando realmente que somos cristianos, pues, si uno es cristiano, seguidor de Jesús, considero que debemos tener muy presente la enseñanza de Mateo capítulo 6, cuando da parámetros de cómo orar, el Padre nuestro, por ejemplo, que hay propósito, que uno puede pedir, pero de acuerdo a su perfecta voluntad.

Promesa de recibir, de acuerdo a la voluntad de Dios

Mire, leamos otro pasaje que aparece en el capítulo 7 de Mateo versículo 7 y dice así:

Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. [Versículo 8] Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.

Aquí, se puede entender y se puede aplicar en el tema de la oración, porque habla del pedir y se nos promete que se nos dará.

¿Van entendiendo? ¿Vamos entendiendo?

Claro, hay que creerlo de todo corazón, pero uno debe entender que Jesús, quien habló esto, también dijo que debemos pedir que se haga su voluntad, que venga su reino, que no nos deje caer en tentación [1], si pedimos eso y después hacemos el pecado es contradictorio. Esa es la manera del hijo de Dios pedir [conforme a la voluntad de Dios], pero [pedir] para gastar en nuestros deleites no andamos en el Espíritu [2] prácticamente.

Una cosa es pedir para las necesidades y es bíblico, porque Dios sustenta para las necesidades y es un mandato de Dios [3], pero el problema es cuando uno pide para satisfacer ciertas cosas, por ejemplo:

Una cosa es pedir por el alimento necesario, por las cosas necesarias y otra muy diferente, es pedir para satisfacer la gula, la lujuria o la glotonería, porque la glotonería [4] es un pecado que distorsiona el comer del hombre, ¿por qué? Porque es un extremo, que atenta en este caso, como hijos de Dios, contra el templo del Espíritu y la escritura es bien clara cuando dice que el Señor “destruirá a aquel que destruya el templo del Espíritu [5] ”, porque nuestra conversión no es solamente por una parte, la idea es que sea transformado todo nuestro ser, ¿Por qué? Porque caer en ese pecado lleva a otros pecados y generalmente lleva al pecado de lujuria, por eso, es necesario pedir al Señor [más] dominio propio y accionar ayunos para poner a raya esas cosas.

También, por ejemplo, cuando se pide una sexualidad saludable, se entiende que en esa petición va implícito el tema de la pureza sexual, pedir cosas para no caer en pecado o no tener esa debilidad tan latente, para no dejarse gobernar por la inmoralidad sexual, eso sería pedir de acuerdo a la voluntad de Dios, porque es Santo [6], pero si uno pide, por ejemplo, una mujer o un hombre a Dios, claro, para satisfacer de manera sexual y pervertida nuestras fantasías sexuales, obviamente eso no es bíblico, no es de acuerdo a la voluntad de Dios [7], es pedir mal y no vamos a recibir quizás las cosas de Dios, aunque, [él] en su misericordia sigue derramando de su gracia, pero vamos a recibir una debilidad o estar en pecado, de tal manera, que Satanás se aprovechará de esas debilidades y nos hará de manera sutil participes de un yugo desigual con las tinieblas, por eso, es importante saber pedir, debemos ser conscientes y pedir de acuerdo a la voluntad de Dios.

Recomendación

Ahora, si uno no sabe qué pedir, recomiendo que estudie el libro de Mateo 6 que habla sobre [la oración] el Padre nuestro, estudie bien ese tema y si no sabemos, seamos sinceros con Dios y pidámosle que nos enseñe a orar, pero pongamos por obra esa intención viendo vídeos de cómo orar, leyendo la escritura, aun así, se nos acaban las palabras en la oración, simplemente adoremos, una manera para que el Señor nos impulse a orar.
No debemos preocuparnos en sí por articular nuestras palabras o por qué pedir, es decir, afanarnos de esa manera, porque el Espíritu mismo interceder por nosotros con gemidos indecibles [8], eso es una promesa, porque realmente nos sabemos cómo pedir en sí, en nuestra carne, pero el Espíritu en el área espiritual pide por nosotros, es como una promesa, no me acuerdo bien el pasaje, así que, no lo estoy citando, no es textual como lo estoy diciendo, sino más o menos parecido, pero la idea es seguir creciendo en el conocimiento de Dios.

Así que, dejó la pregunta para reflexión:

¿Pedimos de acuerdo a la voluntad de Dios o para gastar en nuestros deleites?

Advertencia

Hay que tener cuidado, porque he visto casos, hermanos que servían en la obra de Dios, pero estaban tan necesitados de una mujer que no les importó si ella venía de una secta, por ejemplo, de una secta religiosa, se alejaron de la fe verdadera para estar con la mujer y allí se ve que realmente fueron dominados por su carnalidad, y lamentablemente se constituyen “enemigos de Dios”, por eso mismo, hay que tener cuidado con lo que pedimos, sobre todo, si tiene que ver con juicio o venganza, la escritura nos manda, claro, a tener sed de justicia [9], pero la justicia es basada en Cristo, en el amor, en no odiar, porque si digo "hay que ser justo" y odio al prójimo, ante Dios es injusto, si no hago la paz es injusto, por eso hay que tener cuidado, recordando que la venganza es del Señor [10], él es el justo juez. Nosotros podemos juzgar con justo juicio, pero también, tiene que estar incluida la paz y saber pedir por supuesto, por eso, no es llegar y pedir. Tengamos cuidado.

Conclusión

Bueno, dejo esta reflexión y nada, desafiémonos y seamos consecuentes con nuestra fe cristiana.

Notas:
[1] cf. Mateo 6:10, 13.
[2] cf. Gálatas 5:16-17.
[3] cf. Salmos 23; Mateo 6:11, 36.
[4] cf. Proverbios 23:20-21; Tito 1:12-13.
[5] cf. 1 Corintios 3:16-17.
[6] cf. 1 Pedro 1:16.
[7] cf. 1 Tesalonicenses 4:3.
[8] cf. Romanos 8:26.
[9] cf. Mateo 5:6.
[10] cf. Romanos 12:19.

Tal vez te interesen estas entradas

No hay comentarios