¿Por qué enseñar sobre disciplinas espirituales?

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Reflexiones espirituales por Víctor Ñancucheo


"Estas ataduras principalmente son por acostumbrar nuestro cuerpo al pecado. ¿Por qué no siempre un cristiano se libera cuando "echan al espíritu de pornografía, de depresión en oración?, porque no siempre es solo por influencia demoníaca".


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Reflexiones espirituales

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Introducción

Existen enseñanzas sobre ataduras, demonios de enfermedades, "maldiciones generacionales", entre otras, las cuales han dado de qué hablar. La ignorancia y el fanatismo han convertido estas enseñanzas en verdades predilectas dentro de un pueblo cristiano, en especial dentro de movimientos pentecostales.


Pentecostales, hijos de su tiempo

    Cada predicador fue hijo de su tiempo y enseñaba de acuerdo al conocimiento disponible. El pentecostalismo, en especial, las personas que se convertían al cristianismo desde ese énfasis, al recibir enseñanzas cargadas de lo afectivo y lo ideal de obedecer a Dios, no reflexionaban más allá. Como "el siervo de Dios" era usado y se presenciaban milagros, no importaban los errores doctrinales, total, como "arte de magia" se justificaba todo, aunque sea el error. Eso es entendible, no es justificable, pero es entendible, hasta yo he estado en ignorancia y el Señor ha tenido misericordia, y por esa misma misericordia él actuaba por las intenciones del corazón y por la fe de las personas. Dios no tiene favoritismo. Pero necesitamos exponer nuestras preocupaciones y si existe algo que distorsione la fe, necesitamos exponerlo.


No digo que todo fuese malo, porque el pentecostalismo fue necesario para los hijos de esa época, como lo es actualmente. Han hecho una labor enorme en la evangelización, a diferencia de otras expresiones cristianas. Pero, no se justifican esos errores, porque a las personas les dan una falsa noción de la responsabilidad y, en algunos casos, con miedo, peleándose con demonios por todos lados, teniendo más comunión con ellos y no con nuestro Padre Celestial (cf. Mateo 6:9).


Ataduras no son solo demonios

Cuando hablo de "ataduras", como estar atado al alcohol, a la pornografía, algunos solo lo atribuyen a una fuerza externa al creyente, como a entidades demoníacas, no se preocupan que pueda ser por otras causas. Cuando hablo de "demonios de enfermedades", lo mismo, la atribución solo a esas entidades, no considerar que puede ser solo enfermedad, algo metabólico. Y, "las maldiciones generacionales", por las brujerías de generación en generación, pero apuntan a lo mismo, a una fuerza externa demoníaca que priva al creyente de vivir en la plenitud del Espíritu.


Reconozco que, en cierta medida, es verdad por el simple hecho de que, todo lo malo es sugerido por Satanás. Existe esa influencia externa que impulsa al cristiano a estar prisionero del pecado, en este sentido, es verdad. Lo falso es considerar que solo se trate de eso y eliminar la propia responsabilidad de cada creyente, de cada uno de nosotros. ¿Quién es condenado? Nosotros al participar de esto.


Cuando no se aclara bien estas verdades, se ve y se promueve como si solo los demonios tuvieran la culpa y no el creyente. El creyente con una mente débil lo creerá como si fuese traído del cielo este error. Por todo culpan a los demonios; no se hacen responsables de ejercer fe y cambiar de vida, dejar el pecado y autodisciplinarse. En el neopentecostalismo se ven prácticas extravagantes porque llevan a sus conclusiones lógicas las distorsiones que producen estas falsas enseñanzas.


Ataduras como propia responsabilidad

No entraré en detalles desmenuzando cada punto sobre las ataduras o maldiciones generacionales (existen enseñanzas en internet que las aclaran). Pero, sí, expresar lo equivocado que es concebir y enseñar estas para no hacernos responsables de nuestros pecados, cuando se enseña que la culpa es solo de demonios, del diablo, y no es así. Santiago, en cuanto a nuestra responsabilidad, dice lo siguiente:


"Cada uno es tentado cuando se deja llevar y seducir por sus propios malos deseos. El fruto de estos malos deseos, una vez concebidos, es el pecado; y el fruto del pecado, una vez cometido, es la muerte. Queridos hermanos míos, no se equivoquen." (Santiago 1:14-16 RVC).

 

¿Qué tiene que ver esto con las disciplinas espirituales?

Si comprendiésemos más, tiene que ver. El propósito de las disciplinas espirituales es autodisciplinarnos en el Espíritu. Son "medios de gracia" que el Señor proveyó para nuestra santificación. Se trata de formar nuevos hábitos con ayuda espiritual, con poder de Dios, por la fe. "Desacostumbrarse" al pecado, "acostumbrándose" a la influencia del Espíritu Santo en nuestra manera de vivir.


Las "ataduras" son influenciadas por demonios si son pecaminosas, pero también es por responsabilidad nuestra; se refuerza al vivir una vida anterior sin Cristo y se formó como "hábito pecaminoso". Estas ataduras principalmente son por acostumbrar nuestro cuerpo al pecado. ¿Por qué no siempre un cristiano se libera cuando "echan al espíritu de pornografía, de depresión en oración?, porque no siempre es solo por influencia demoníaca, es principalmente por haberse adquirido con una vida anterior pecaminosa; el cuerpo se acostumbró y las disciplinas espirituales entran con el propósito de romper malos hábitos. Incluso, por el poder de Dios, gentes han sido liberadas de esos malos hábitos, pero con el tiempo vuelven porque no se autodisciplinaron, por creer erradamente que solo se trata de algo externo, a poderes demoníacos eliminando la propia responsabilidad.


Hábitos pecaminosos como "ataduras"

Por eso, considero que el principal camino para liberarse de esas ataduras como "hábitos pecaminosos" es autodisciplinarnos por medio de las disciplinas espirituales; es por fe. Promover como "disciplinas espirituales", porque la principal responsabilidad es nuestra, no de demonios. Para someternos a Dios, necesitamos practicar disciplinas espirituales. Es verdad que todas estas "ataduras pecaminosas" también son influenciadas por demonios y las brujerías para que el cristiano caiga en las tentaciones, ceda al poder del pecado, pero a la vez, es nuestra responsabilidad. Si nos autodisciplinamos en la oración, estudio de la Biblia, ayuno, congregarse, ofrendar..., pondremos a raya todo mal hábito, porque estaremos ocupados en llenar nuestro interior del Espíritu Santo (Gálatas 5:17-23).


"Por lo demás, fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza" (Efesios 6:10 LBLA);"Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros" (Santiago 4:7);"porque si vivís conforme a la carne, habréis de morir; pero si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis" (Romanos 8:13).


Conclusión

No quiere decir que no pecaremos, pero si continuamos con las disciplinas espirituales como hábitos, no tendremos el pecado como una atadura, un "hábito pecaminoso", es decir, no tendremos la práctica del pecado como estilo de vida.


El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios. (1 Juan 3:8-9).


Paz del Señor.


Extra

Un vídeo sobre "medios de gracia", en esta parte hablo sobre "disciplinas espirituales"...

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