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¿Quién da el crecimiento?
Entendamos que quien da crecimiento espiritual es Dios. Siempre la honra y la gloria debe ser al Padre, más los predicadores, hermanos, siervos o, como se llamen, son instrumentos aprobados, o sea, "siervos inútiles" que Dios utiliza. El apóstol Pablo escribió a los corintios hablándoles como a carnales, ya que, ellos no tenían la madurez necesaria para entender las cosas espirituales, de modo tal, que había toda clase de problemas pecaminosos entre ellos, como enojos y rivalidades (1 Corintios 3:3), enorgullecimiento de partidismos, es decir, pertenecer a tal o cual hombre, o sea, adorando y confiando más en los hombres, y formando divisiones pecaminosas, entonces, el apóstol les dijo:¿Qué es, pues, Apolos? Y ¿qué es Pablo? Servidores mediante los cuales vosotros habéis creído, según el Señor dio oportunidad a cada uno. Yo planté, Apolos regó, pero Dios ha dado el crecimiento. Así que ni el que planta ni el que riega es algo, sino Dios que da el crecimiento (1 Corintios 3:5-7).
Entonces, podemos observar en nuestro cristianismo contemporáneo, muchos líderes religiosos y denominaciones, por así decir, están alineados a la condición de inmadurez de los corintios, pero con diferente fachada, por ejemplo, se pueden aplicar en las siguiente etiquetas:
"Soy calvinista1, soy wesleyano,2 soy amiraldiano3, soy reformado4, soy pentecostal, soy bautista, soy yiyista5, soy washeriano6, soy sana doctrina7, soy judío8, etc.".
Y que estas etiquetas, hablando de calvinistas, reformados y pentecostales yiyistas, si bien, en un principio supongo, era para identificarse como simpatizantes de aquellos difuntos o movimientos, aprender de ellos, pero siempre respetando a Dios y su enseñanza, sin embargo, en la actualidad su uso es tóxico, de manera tal que, tratan de herejes quienes no estén de acuerdo con sus posturas teológicas secundarias y a sus propios pensadores, teólogos renombrados como "eminencias, gurús, autoridades incuestionables" y se ve más desde el lado calvinista y reformadores magisteriales, esto debemos evitar.
También, abarca muchos aspectos, por ejemplo, en redes sociales aparecen páginas cristianas que se dicen "trolls", se dedican a alimentar estos partidismos desde la concupiscencia, pertenecer a tal persona, denominación y desprestigiar a otros que no sean de su movimiento. Por supuesto, hay excepciones, hermanos que pertenecen a una confesión o denominación determinada, pero enfatizan aportes y contribuciones de distintos teólogos cristianos, si tienen algo en contra de lo que enseña tal persona o posición teológica, lo hacen dentro de los parámetros bíblicos, dejando la mofa de lado e intentan ser lo más objetivo, empleando el justo juicio y me alegro por estos hermanos.
Y, por último, pasa o, puede pasar este tipo de inmadurez dentro de nuestra denominación o grupo cristiano, personas que no respetan la libertad de conciencia de los demás, imponiendo a los hermanos hacer tal cosa o asunto como lo dicen, porque si no son tachados de rebeldes, débiles o no cristianos, ejemplos hipotéticos:
Si no hablas en lenguas no tienes al Espíritu; si te pones pantalón no eres espiritual; si no lees cien veces la biblia por año, entonces, no eres cristiano; si no dices la verdad con voz fuerte y cargante, eres un débil, parte de la "generación de cristal"; quien no dice amén a cada palabra que dice el pastor, no está vivo; si hablas en lenguas, entonces, eres un “emocionalista”; si oras tres horas eres un exagerado; si no oras las mismas horas que el pastor, entonces, no eres pentecostal, etc.
Y lamentablemente, esto saca del centro a Cristo, que, por cierto, da pie a promover más un "exhibicionismo religioso"9 y sensacionalismo10, recibido ellos la gloria que no corresponde, jactándose de alguna manera que depende de ellos que nosotros estemos en la fe, más que vivir nuestra vida santa y piadosa, rindiendo gloria al Señor, como corresponde. Las actitudes de inmadurez hay que evitar.
Entonces, el hombre por más ilustrado o la mujer por más servicial que sea para la obra de Dios, nunca debe jactarse del crecimiento espiritual que solo da el Señor, ni debe osar atribuirse la obra para sí mismo. Es una pena ver a hermanos de años en el evangelio y todavía muestran actitud de orgullo y arrogancia, cuando se les predica la palabra o cuando ellos hablan de la verdad hacia los demás, por esto mismo, es muy importante anhelar la disciplina del Espíritu, así tratará contra nuestro mal carácter y limpiará nuestro corazón de esa hipocresía, para hacer evidente un carácter más como el de Cristo, conforme a la estatura de un varón perfecto, como está escrito:
"(…) a la condición de un hombre maduro, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo". (Efesios 4:13).
Así, no ser como niños inmaduros, ni dejarnos llevar por falsas doctrinas, predicaciones sensacionalistas o lisonjeras de falsos maestros, de "escatólogos" buscadores de fama, y codiciosos que justifican cobrar por predicar, que abundan hoy en el evangelicalismo actual:
"Para que ya no seamos niños, sacudidos por las olas y llevados de aquí para allá por todo viento de doctrina, por la astucia de los hombres, por las artimañas engañosas del error.." (v. 14).
El apóstol Pedro, por un lado, en su carta exhortó a dejar la malicia y lo relacionado con obras de la carne, por otro lado, exhortó a:
"Desead como niños recién nacidos, la leche pura de la palabra, para que por ella crezcáis para salvación" (1 Pedro 2:2).
Ya que, esto implica la salvación, entonces, es urgente crecer espiritualmente, empezando a conocer la voluntad de Dios por medio de la biblia, estudiando de corazón, esto con el propósito de dar fruto para gloria del Señor.
Lo normal de un bebé o un recién nacido, es el crecimiento, esto demuestra que está vivo y saludable. Lo mismo pasa en nosotros, como nacidos espirituales, lo normal es crecer en conocimiento espiritual y manifestar buen carácter, es decir, ser más pacificador, más santos, más humildes, tener hambre de alimento espiritual y más aborrecimiento de lo pecaminoso, pero si decimos ser creyentes y estamos estancados, no hay anhelo de manifestar buen carácter, no hay pasión por Cristo y el evangelio, flojera para orar, no hay interés de aprender y adquirir conocimiento bíblico, entonces, estamos en una situación mala. Lo normal para un nacido del Espíritu es crecer espiritualmente, si no pasará lo mismo que a los corintios y a los gálatas:
"¿Tan insensatos sois? Habiendo comenzado por el Espíritu, ¿vais a terminar ahora por la carne?" (Gálatas 3:3).
Y, como dice el apóstol Pablo:
"Contra las cuales os advierto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas [las obras de la carne, v. 19] no heredarán el reino de Dios" (5:21).
Por eso, es importante crecer espiritualmente. Aun así, exhorto a tomar nuestro tiempo, un horario para estudiar y orar diariamente a nuestro ritmo, para no apresurarnos en memorizar o matarnos la vista leyendo y así, estresarnos, aburrirnos y abandonar el conocimiento de Dios. Todo a su tiempo. Todos los creyentes tienen una medida diferente, por eso, unos oran más y otros menos, unos estudian más y otros menos, pero lo importante, es estar de continuo ejercitando las disciplinas espirituales en equilibrio, si más se ora, más se escudriña, para conocer y creerle a Dios, Cristo Jesús. ¡Glorifique al Padre!
Versículos a meditar
Versículos a considerar apropiadamente, noción básica de qué es el nuevo creyente y meditarlos de corazón:"Que si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo; porque con el corazón se cree para justicia, y con la boca se confiesa para salvación" (Romanos 10:9-10).
Aquí en Romanos, la palabra "Señor" alude a señorío, reinado, soberanía, por tanto, cuando recibimos a Jesús como nuestro Señor, significa que ahora él reina nuestra vida, por consecuencia, no debemos hacer lo que nos plazca, ni andar en los mismos pecados de nuestro pasado, como: andar haciendo desorden en peleas y fiestas, borracho, mujeriego, codicioso, reclamar por todo, rencores o venganza; andar enojado y en rivalidades o, en creencias esotéricas, como viendo el tarot, adivinación, o adorar ciertas estatuas, etc., sino obedecer en amor los mandamientos que demanda nuestro Señor Jesús y por ende, al evangelio de su reino y apartarnos de todo lo que Dios aborrece, lo que se nombró anteriormente.
"De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí, son hechas nuevas" (2 Corintios 5:17).
Podemos haber sido inmorales sexuales, satánicos, chismosos, asesinos, drogadictos, rabiosos, borrachos, rebeldes... Sin embargo, cuando nos arrepentimos y ahora, estando en Cristo somos nuevas criaturas, porque nos unimos a Dios y vivimos espiritualmente, entonces, todo lo vivido pecaminosamente antes de recibir a Cristo, ahora Dios dice: "las cosas viejas pasaron; he aquí, son hechas nuevas". Pero, esto no es pretexto para seguir practicando el pecado, porque el arrepentimiento verdadero consiste en lamentarse de haber pecado, aborrecimiento de lo pecaminoso y rechazarlo en el nombre de Jesús, para no practicarlo más. Esto es una práctica que debemos evidenciar a diario, una actitud de arrepentimiento constante y una vida de obediencia a Cristo.
"En El también vosotros, después de escuchar el mensaje de la verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído, fuisteis sellados en El con el Espíritu Santo de la promesa" (Efesios 1:13).
Cuando dice "en El", se refiere "en Cristo". Escuchar el evangelio y recibirlo, al instante somos sellados en Cristo con el Espíritu Santo. Vivir una vida santa y piadosa es evidencia de ese sello en nuestra vida.
"El que cree en mí, como ha dicho la Escritura: “De lo más profundo de su ser brotarán ríos de agua viva.” Pero El decía esto del Espíritu, que los que habían creído en El habían de recibir; porque el Espíritu no había sido dado todavía, pues Jesús aún no había sido glorificado" (Juan 7:38-39).
Jesús hace 2.000 años aproximado, resucitó de entre los muertos y fue glorificado, entonces, cuando recibimos el regalo de salvación creyendo que Jesús es el Señor, no solo recibimos el sello, también recibimos al Espíritu Santo mismo, el cual, hace morada dentro de nosotros, dándonos vida espiritual, como ríos de agua viva y así, tener comunión con nuestro Padre a través de Jesús.
"Pues por un mismo Espíritu todos fuimos bautizados en un solo cuerpo, ya judíos o griegos, ya esclavos o libres, y a todos se nos dio a beber del mismo Espíritu." (1 Corintios 12:13).
Cuando creemos en Jesús, somos bautizados por el Espíritu Santo e incluidos en la familia espiritual de la fe, en el cuerpo de Cristo, es decir, en la Iglesia universal del Señor.
"¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?" (1 Corintios 6:19).
Como parte del cuerpo de Cristo, también somos templo del Espíritu Santo, por lo que, el Espíritu Santo hace su obra santificadora en nosotros, por esto, es importante apartarnos de pecados, para no destruir el templo del Espíritu, que somos nosotros, porque creemos en el Cordero de Dios.
"(...) Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo" (Mateo 28:18-19).
Por último, cuando creemos somos bautizados espiritualmente, sin embargo, el bautismo descrito en este versículo, es para testimonio público y acto de obediencia a Cristo, por supuesto, Jesús habló a sus apóstoles, sumergir literalmente en agua que representa "morir al mundo y vivir para Cristo". Entonces, cuando de verdad creemos, manifestaremos fe dando este acto de obediencia, el bautismo en agua, sin embargo, no es opcional sino un mandato, un sacramento directamente ordenado por Cristo, para que todos los que crean sean bautizados en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, por lo tanto, si no estamos bautizados, pidamos que nos bauticen como Jesús ordenó. Y, por supuesto, hay más sacramentos11 para obedecer, por lo menos, uno más (otros dicen que dos o más), sin embargo, considero suficiente estos versículos que dan una idea general al creyente de lo que implica vivir para Dios.
Consideración
Hay que asimilar bien esto del crecimiento espiritual. La evidencia de crecimiento espiritual es esta: Cuando del estudio se pasa a la práctica. Después de considerar los mandamientos de Jesús, se pone en práctica, influenciada por el Espíritu, cuando manifestamos su fruto. Como hemos visto en este estudio, somos parte del templo del Espíritu Santo, entonces, es necesario seguir cambiando de vida a la manera de Jesús, vivir como él, en piedad y sinceridad unos con otros, presentando las buenas nuevas de salvación a los perdidos.Conclusión
Hemos aprendido que: Dios da el crecimiento espiritual, no el ser humano. Para esto, es necesario por fe y amor poner en prácticas las disciplinas espirituales.Evitar actitudes pecaminosas, para no caer en disputas necias de partidismos e idolatría a hombres, posiciones denominacionales y teológicos, anhelando que el Espíritu haga su obra en nosotros, esto es, evidenciemos a Cristo hacia los demás.
Algunas recomendaciones del tiempo de estudio y no a lo loco, para no estresarnos.
Y considerar ciertos versículos para entender que somos salvos por gracia, somos hijos de Dios y no debemos hacer lo que nos plazca, sino crecer haciendo la voluntad de nuestro Padre.
¿Estamos creciendo espiritualmente?
[Actualizado el 8 de abril de 2021].
Notas:
1 El calvinismo es un sistema teológico compuesto de los seguidores de la doctrina del reformador francés Juan Calvino (1509-1564). Muchos neocalvinistas, más en el sentido de nueva generación calvinista, usan como etiqueta: "Soy calvinista" como sinónimo de “soy cristiano”, o algunos repiten como el inglés Carlos Spurgeon (1834-1892), frases osadas como: "El calvinismo es el evangelio", dando a entender que son los "únicos cristianos" o que, (erróneamente en mi opinión) su sistema teológico es lo que, verdaderamente "glorifica a Dios".
2 Sistema teológico conocido como "Arminianismo Wesleyano", formulado por los seguidores de las enseñanzas del británico Juan Wesley (1703-1791), donde hermanos se denominan "metodistas". Solo puse de ejemplo, es raro ver a alguien decir: "Los weleyanos somos los verdaderos cristianos".
3 Amiraldianismo o Amiraldismo es un sistema teológico conocido como "calvinismo de cuatro puntos", de los seguidores de las enseñanzas de Moisés Amiraldo [Amyraut] (1596–1664), un reformador hugonote francés, en donde este difiere de la interpretación clásica del calvinismo de cinco puntos, sobre la "expiación limitada", mientras que en los otros cuatro puntos del calvinismo está de acuerdo.
4 De la reforma protestante contra la Iglesia Católica Romana, iniciado aproximadamente en el año 1517 por el exromanista y teólogo alemán Martín Lutero (1483-1546), y seguida por Juan Calvino (1509-1564) y paralelamente de ellos, pero menos conocidos, como el suizo Ulrico Zwinglio (1484-1531) y también por el alemán Martín Bucero (1491-1551), entre otros. Pero muchos usan la etiqueta "reformado" como sinónimo de quienes siguen las enseñanzas del calvinismo y del luteranismo, excluyendo al arminianismo clásico o, a quienes no son en exclusivo calvinistas. Recomiendo visitar el blog de hermano Luis Jovel para aprender sobre estos reformadores.
5 Yiyista o Yiyeista como etiqueta de quienes en el ámbito pentecostal son seguidores del difunto evangelista pentecostal y estadounidense, pero nacido en Puerto Rico conocido como Yiye Ávila (1925-2013). Es lamentable que se vea esta etiqueta en gente sensacionalista, sobrenaturalistas y sectas autollamadas "sana doctrina" en la actualidad, que manchan el movimiento de segunda ola del pentecostalismo o al pentecostalismo en general.
6 Washeriano como etiqueta que se usa para designar a seguidores del conocido predicador estadounidense Paul David Washer.
7 La sana doctrina es un término usado maliciosamente por fundamentalistas, especialmente en el ámbito neopentecostal de segunda ola. Actualmente, muchos movimientos y supuestos predicadores se autodenominan "de sana Doctrina", usan frases como: "Somos de sana doctrina, somos de senda antigua, santidad externa, tenemos el evangelio completo, digo la verdad aunque duela" y similares, pero en realidad, predican sectarismo, división, sensacionalismos, legalismo, porque carecen del carácter de Cristo que exige la verdad de la palabra de Dios.
8 Judío como etiqueta que alardean algunos supuestos predicadores de la secta de la "sana doctrina" como una especie de estatus social o currículum, para hacer entender que son más especiales, para judaizar con la idea de ser "Judiomesiánico", "volver a las raíces hebreas" o, simplemente usar al Estado de Israel, símbolos como la estrella de David con motivos proselitistas, venden kipá, banderas de Israel, vestimenta o shofares para comercializar el evangelio de Cristo y quedarse con el dinero de los feligreses.
9 Sobreexhibirse en la obra religiosa, para aparentar espiritualidad, pureza, y así, presentarse como un superungido de Dios.
10 Difundir una expectación sensacional y amarillista de falsas noticias, información de dudosa reputación y, en el ámbito religioso, se promueve asuntos metafísicos, proselitismo e idolatría a un líder o a un modo de hacer las cosas, para producir sensaciones y fanatismo, para manipulación.
11 Aludiendo a un “instrumento sagrado”, pero en este caso, un medio sagrado por el cual, Jesús nos santifica, así como todo medio o recurso de gracia, pero que, el bautismo simboliza identificación radical en morir a este mundo y vivir para Dios.
Notas:
1 El calvinismo es un sistema teológico compuesto de los seguidores de la doctrina del reformador francés Juan Calvino (1509-1564). Muchos neocalvinistas, más en el sentido de nueva generación calvinista, usan como etiqueta: "Soy calvinista" como sinónimo de “soy cristiano”, o algunos repiten como el inglés Carlos Spurgeon (1834-1892), frases osadas como: "El calvinismo es el evangelio", dando a entender que son los "únicos cristianos" o que, (erróneamente en mi opinión) su sistema teológico es lo que, verdaderamente "glorifica a Dios".
2 Sistema teológico conocido como "Arminianismo Wesleyano", formulado por los seguidores de las enseñanzas del británico Juan Wesley (1703-1791), donde hermanos se denominan "metodistas". Solo puse de ejemplo, es raro ver a alguien decir: "Los weleyanos somos los verdaderos cristianos".
3 Amiraldianismo o Amiraldismo es un sistema teológico conocido como "calvinismo de cuatro puntos", de los seguidores de las enseñanzas de Moisés Amiraldo [Amyraut] (1596–1664), un reformador hugonote francés, en donde este difiere de la interpretación clásica del calvinismo de cinco puntos, sobre la "expiación limitada", mientras que en los otros cuatro puntos del calvinismo está de acuerdo.
4 De la reforma protestante contra la Iglesia Católica Romana, iniciado aproximadamente en el año 1517 por el exromanista y teólogo alemán Martín Lutero (1483-1546), y seguida por Juan Calvino (1509-1564) y paralelamente de ellos, pero menos conocidos, como el suizo Ulrico Zwinglio (1484-1531) y también por el alemán Martín Bucero (1491-1551), entre otros. Pero muchos usan la etiqueta "reformado" como sinónimo de quienes siguen las enseñanzas del calvinismo y del luteranismo, excluyendo al arminianismo clásico o, a quienes no son en exclusivo calvinistas. Recomiendo visitar el blog de hermano Luis Jovel para aprender sobre estos reformadores.
5 Yiyista o Yiyeista como etiqueta de quienes en el ámbito pentecostal son seguidores del difunto evangelista pentecostal y estadounidense, pero nacido en Puerto Rico conocido como Yiye Ávila (1925-2013). Es lamentable que se vea esta etiqueta en gente sensacionalista, sobrenaturalistas y sectas autollamadas "sana doctrina" en la actualidad, que manchan el movimiento de segunda ola del pentecostalismo o al pentecostalismo en general.
6 Washeriano como etiqueta que se usa para designar a seguidores del conocido predicador estadounidense Paul David Washer.
7 La sana doctrina es un término usado maliciosamente por fundamentalistas, especialmente en el ámbito neopentecostal de segunda ola. Actualmente, muchos movimientos y supuestos predicadores se autodenominan "de sana Doctrina", usan frases como: "Somos de sana doctrina, somos de senda antigua, santidad externa, tenemos el evangelio completo, digo la verdad aunque duela" y similares, pero en realidad, predican sectarismo, división, sensacionalismos, legalismo, porque carecen del carácter de Cristo que exige la verdad de la palabra de Dios.
8 Judío como etiqueta que alardean algunos supuestos predicadores de la secta de la "sana doctrina" como una especie de estatus social o currículum, para hacer entender que son más especiales, para judaizar con la idea de ser "Judiomesiánico", "volver a las raíces hebreas" o, simplemente usar al Estado de Israel, símbolos como la estrella de David con motivos proselitistas, venden kipá, banderas de Israel, vestimenta o shofares para comercializar el evangelio de Cristo y quedarse con el dinero de los feligreses.
9 Sobreexhibirse en la obra religiosa, para aparentar espiritualidad, pureza, y así, presentarse como un superungido de Dios.
10 Difundir una expectación sensacional y amarillista de falsas noticias, información de dudosa reputación y, en el ámbito religioso, se promueve asuntos metafísicos, proselitismo e idolatría a un líder o a un modo de hacer las cosas, para producir sensaciones y fanatismo, para manipulación.
11 Aludiendo a un “instrumento sagrado”, pero en este caso, un medio sagrado por el cual, Jesús nos santifica, así como todo medio o recurso de gracia, pero que, el bautismo simboliza identificación radical en morir a este mundo y vivir para Dios.
Fuente:
Ñancucheo Víctor. "Crecimiento espiritual". En Estudios Básicos, ed.2, 8-11. Santiago: 2021. Edición en PDF.