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Desde el momento en que alguien decide seguir a Jesús, por fe como su Señor y Salvador, confesando su nombre, arrepintiéndose de sus pecados y creyendo de corazón que Dios lo resucitó al tercer día, después de haber escuchado el mensaje de salvación para poner por obra, es salva, esto quiere decir: salva de la condenación eterna en el día del juicio; también, es nueva criatura, sellada y bautizada en la familia de la fe o en el cuerpo de Cristo, lo cual, es la iglesia.
A lo largo de todos estos artículos, iremos viendo nociones básicas como, quién es el Salvador, en qué consiste la salvación, nuestra fe, crecimiento espiritual, algunos conceptos que identifican ser hijos de Dios, nuestras necesidades espirituales, las promesas, la obediencia, la fe, sobre autoridad, principios y carácter cristiano.
Por el momento, hay que entender lo que implica todo lo anterior descrito en los siguientes estudios, sobre todo, hay que enfatizar conocer al Salvador, porque su doctrina es base principal del cristianismo. Es consuelo, vida espiritual, la palabra profética más segura, el consejo eterno. Su estándar para nosotros es perfección[1] y la escritura es necesaria para estudiar con detenimiento.
A lo largo de todos estos artículos, iremos viendo nociones básicas como, quién es el Salvador, en qué consiste la salvación, nuestra fe, crecimiento espiritual, algunos conceptos que identifican ser hijos de Dios, nuestras necesidades espirituales, las promesas, la obediencia, la fe, sobre autoridad, principios y carácter cristiano.
Por el momento, hay que entender lo que implica todo lo anterior descrito en los siguientes estudios, sobre todo, hay que enfatizar conocer al Salvador, porque su doctrina es base principal del cristianismo. Es consuelo, vida espiritual, la palabra profética más segura, el consejo eterno. Su estándar para nosotros es perfección[1] y la escritura es necesaria para estudiar con detenimiento.
Para empezar
Si usted no es seguidor de Cristo, le animo servir de corazón, reconociendo su pecado ante el Padre. En el nombre de Jesús pida perdón, con determinación de apartarse de sus propios pecados, vivir cada día en piedad y sinceridad ante los demás, en santidad y amor al Creador, es más, lea los siguientes versículos:“(…) Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.” (Mateo 4:17).
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en El, no se pierda, mas tenga vida eterna.” (Juan 3:16).
Que si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo; porque con el corazón se cree para justicia, y con la boca se confiesa para salvación. Pues la Escritura dice: Todo el que cree en El no sera avergonzado. Porque no hay distinción entre judío y griego, pues el mismo Señor es Señor de todos, abundando en riquezas para todos los que le invocan; porque: Todo aquel que invoque el nombre del Señor sera salvo. (Romanos 10:9-13).
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí, son hechas nuevas.” (2 Corintios 5:17).
“¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?” (Romanos 6:1-2 RV1960).
Lo importante es creer en Jesús, cultivar una vida santa y agradable ante el Padre, entonces, considerando lo anterior continúe leyendo este escrito.
Ahora, lo mejor que puede hacer un nuevo creyente es orar constante en secreto, tener comunión con el Padre a través de Jesús, confiando en la guía del Espíritu Santo, leer la biblia con regularidad, pidiendo al Padre que su Espíritu ayude a discernir y alimentarse de la palabra de Dios, y poner en práctica, en especial énfasis, las enseñanzas de Jesús, porque como cristianos, no estamos bajo la ley de Moisés (Romanos 6:14), sino bajo la ley de Cristo (Gálatas 6:2), la ley del evangelio, del Espíritu (Romanos 8:2), del reino de Dios, es decir, del nuevo pacto (Hebreos 8:6-13).
Para estudiosos
Lo mejor es conocer a Dios por medio de las escrituras y esto no debe ser impulsado por mera intelectualidad. No es por creerse dueño de la verdad o por saber más que los demás para despreciar a los hermanos con sus llamados diferentes por parte de Dios o que, no han podido estudiar la biblia eficazmente y por ende, hermanos con diversidad de dones espirituales como: profecía, hablar en lenguas, intercesión, enseñanza e interpretar lenguas desconocidas para edificación.Dejo esta advertencia: si estudiamos solo la escritura, pero no oramos suficiente, a la hora de hablar de la palabra, no será con humildad, será para contender como una persona dura de corazón y llena de hipocresía, por lo cual, evidencia que no hay quebrantamiento en esa área intelectual y no habrá guía total por parte del Espíritu.
El propósito de aprender, conocer a Dios y su doctrina no es quedarse en teorías, ni decir presumiendo que lo que decimos es bíblico o es "la verdad", sino poner en práctica la verdad, dando lugar correspondiente al Espíritu, por medio de la comunión con nuestro Padre a través de Jesús, así manifestando paralelamente, las características espirituales de un hombre maduro, conforme a la plenitud de Cristo (Efesios 4:13), por tanto, manifestar un carácter santo, es decir, justo, amable y humilde, conforme a la verdad que sana, entonces, no caigamos en esa trampa de aprender solo biblia y predicar del evangelio, sin practicar la fe con sinceridad y humildad.
Recordemos. El Señor no quiere redimir solo el intelecto del individuo, sino todo su ser, entonces, animo a que, cuando estudiemos la palabra, dependamos mucho del Espíritu de Dios, porque él es su autor divino (2 Pedro 1:21) y por ende, dediquémonos a la oración, para aprender verdadera sabiduría, esa espiritual, aquella que se manifiesta en sabia mansedumbre, paciencia, benignidad y no esa que está basada solo en el intelecto humano, egoísta y diabólica:
¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Que muestre por su buena conducta sus obras en mansedumbre de sabiduría. Pero si tenéis celos amargos y ambición personal en vuestro corazón, no seáis arrogantes y así mintáis contra la verdad. Esta sabiduría no es la que viene de lo alto, sino que es terrenal, natural, diabólica. Porque donde hay celos y ambición personal, allí hay confusión y toda cosa mala. Pero la sabiduría de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, condescendiente, llena de misericordia y de buenos frutos, sin vacilación, sin hipocresía. Y la semilla cuyo fruto es la justicia se siembra en paz por aquellos que hacen la paz. (Santiago 3:13-18).
Siendo el principio de la sabiduría verdadera, el temor al Señor:
“El temor del Señor es el principio de la sabiduría; los necios desprecian la sabiduría y la instrucción.” (Proverbios 1:7).
Si tenemos mucho conocimiento y no estamos de acuerdo con lo escrito en este simple estudio, entonces, con todo respeto, consideremos estos versículos de la biblia o demostremos con sabia mansedumbre el error que hay aquí.
¡Seamos sinceros con Dios!
Si estamos en esta situación, enorgullecidos teológicamente, pues, ¡humillémonos, procedamos al arrepentimiento y alabemos nuestro Padre por su misericordia! ¡Anhelemos que el Padre Celestial forme en nosotros cada día más el carácter de Jesús, por medio del Espíritu!
Para entusiastas
Estudiar la biblia para conocer a Dios es anhelado por el Espíritu Santo, quien usó a hombres inspirándolos para escribirla (2 Pedro 1:21). La palabra de Dios es viva y el mismo Espíritu inspiró al profeta Osea para que escribiera:"Mi pueblo perece por falta de conocimiento..." (Oseas 4:6)
Y al apóstol Pedro para que escribiera:
"(...) Creced en la gracia y el conocimiento del Señor y Salvador Jesús..." (2 Pedro 3:18).
Entonces, no es letra muerta, no es solo conocimiento de sabiduría humana, por lo tanto, no seamos como aquellos que por sentirse llenos del poder del Espíritu, cuando hablan, desprecian el conocimiento de Dios, dando a entender que, las sagradas escrituras son "palabras muertas" o, quienes la estudian con anhelo, sinceridad y apartan tiempo valioso, usan de su propio dinero para adquirir recursos relacionado con la enseñanza de la palabra de Dios, usando sus dones de sabiduría, de conocimiento y de enseñanza, que solo están hablando "interpretación de hombres y plena sabiduría mundana", no tiremos a la basura lo que el Señor enseña.
Hay quienes se creen muy espirituales, que "no sienten al Espíritu" cuando los estudiosos hablan la palabra y esto demuestra no están en Cristo por fe, sino en lo que sienten (sentimentalismo[2]), por tanto, según ellos (los superespirituales[3]), los estudiosos no son espirituales, están hablando pura letra, por lo que, rechazan a la ligera todo, sin darse el tiempo de discernir con la palabra y a veces, caen en ese error de imponer en su "dogmatismo sobrenatural"[4] que:
Todos sean como ellos; todos a la vez, hablen en lenguas; gritar "gloria a Dios", aunque estés en pecado contra un hermano; se diga "amén" a todo, aunque estén contradiciendo la palabra; se ore cinco horas, pero con supersticiones; se ayune diez días, disfrazarse de canuto[5] en los días de reunión, enseñando que esa es la "verdadera santidad", sobre todo en "Halloween", pero siguiendo en sus mismas hipocresías; no ver fútbol, porque todo es "satánico"; para glorificar a Dios hay que meter mucho ruido, como supuestamente se lo merece, si no se realiza de esta manera, no están vivos; quien no dice amén a cada palabra de quien esté predicando, es un muerto, es un "rebelde" y está en pecado...
Porque lo anterior, para ellos es sinónimo de ser "más espirituales", ignorando que en el cuerpo de Cristo hay diferentes llamados y propósitos en cada creyente, hay diferentes personalidades. Esto evidencia la ignorancia que hay en los tales, por falta de escudriñar, a pesar de que, puedan orar mucho, ser "llenos" del poder y "guiados" por el Espíritu, sin embargo, aunque sus intenciones no sean malas, demuestran a la vez, estar siendo impulsados por prejuicios carnales contra el conocimiento de Dios hacia quienes tienen conocimiento bíblico, contra aquellos que estudian con sinceridad, apartando tiempo valioso, usando sus cerebros guiados por el Espíritu.
Esto hace ver que no están totalmente llenos ni guiados, sino "parcialmente" por así decirlo, porque todas sus áreas no están quebrantadas, totalmente rendidas y sometidas a Cristo, porque con la actitud que se desenvuelven está en error, no están totalmente en armonía con el Espíritu Santo, porque ignoran y contradicen ciertas regulaciones de conducta (1 Corintios 14) o cierta advertencia, por ejemplo, cuando Dios dice:
"Mi pueblo es destruido por falta de conocimiento" (Oseas 6:4).
Hago saber que Dios constituyó hermanos para enseñar a la Iglesia, eso fue escrito por el apóstol Pablo inspirado por el Espíritu Santo y está en Efesios 4:11.
Por esto mismo, exhorto en este momento que, en nuestro afán de dar lugar a las manifestaciones del Espíritu, las experiencias místicas y sentir su poder, no cometamos ese gran error de despreciar el verdadero conocimiento que Dios da a sus hijos, diciendo que son "palabras muertas" o que "no sirve estudiar teología", por ende, no seamos insensatos, como quien niega a Dios y desprecia la enseñanza (Proverbios 1:7), más bien, temamos a Dios recibiendo la instrucción.
Si tenemos estas tendencias despreciativas, en extremo sobrenaturalistas y no estamos de acuerdo con lo expuesto, entonces, con respeto, hagamos saber el error, pero con versículos bíblicos, no con experiencias personales o tradiciones denominacionales, y si somos espirituales, entonces, actuemos como alguien espiritual, manifestando fruto del Espíritu.
Si estamos en esta situación, pues ¡Pidamos perdón a Dios y que él por su gracia, produzca el carácter cristiano en nuestra vida! Si nos cuesta estudiar, entonces, pidamos en oración ferviente a nuestro Padre que su Espíritu nos dé más pasión por estudiar la escritura.
Consideración
También, es necesario humillarnos ante Dios en medio de nuestras oraciones, pidiendo perdón y reconociendo nuestros pecados cometidos tanto consciente como inconscientemente, para que nuestras oraciones no tengan estorbo.
Adorar a nuestro Padre es el énfasis principal de la oración (Mateo 6:9). Jesús es la sana doctrina, esa doctrina que sana y restaura. Jesús es el camino (Juan 14:6), el Salvador (Mateo 1:21; Tito 2:13), Dios hecho hombre (Juan 1:1, 14) para unir y reconciliar a los hombres consigo mismo (Romanos 5:1; 1 Timoteo 2:5), Cristo es el centro de toda doctrina, experiencia y práctica. Es importante conocer y poner por obra principalmente las palabras de Jesús.
Este es un estudio básico, no se abordarán muchos versículos, porque es una introducción a entendimientos básicos para todo nuevo creyente. Así que, ánimo y a comenzar el estudio.
Nociones y asimilación
Para una noción básica de los siguientes versículos, empezaré con Hechos:“Y después de sacarlos, dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo?”. (Hechos 16:30).
¿Quién se ha preguntado alguna vez esto?
Esta es la pregunta que hizo un carcelero al apóstol Pablo, pues como este carcelero, muchos fallan en entender bien que, la salvación no consiste solo de obras, es decir, no se obtiene por obras originadas desde nuestra humanidad caída, más bien, es asunto de fe, lo que debemos creer. El apóstol Pablo y Silas respondieron lo siguiente:
"... Cree en el Señor Jesús, y serás salvo, tú y toda tu casa" (Hechos 16:31).
Si observamos, ellos respondieron que crea y en quien, esto es, en el Señor Jesús.
La fe correcta es aquella centrada y fundamentada en Jesús, puestos los ojos en él, porque es autor y consumador de esta, y dio su vida en la cruz del calvario:
"Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo puesto delante de El soportó la cruz, menospreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios" (Hebreos 12:2).
Cuando tenemos fe en Jesús y nos arrepentimos de nuestros pecados somos salvos, como esta mujer que Simón había despreciado, pero mire lo que dice Jesús:
"Pero Jesús dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado, vete en paz." (Lucas 7:50).
Y, por último, tenemos vida eterna en tiempo presente:
"En verdad, en verdad os digo: el que cree, tiene vida eterna." (Juan 6:47).
Esto es una noción básica para asimilar, sin embargo, más adelante con de detalles se expondrá en qué se basa esta salvación y quién es el Salvador.
La salvación y el Salvador
Las buenas obras no salvan al ser humano, aunque sean con buenas intenciones, si se obra con una fe equivocada, esto es, no basadas en Cristo, son abominación ante Dios.Salvos por mérito de Jesús
La salvación no es posible obtenerla mediante méritos humanos, ni por tener fe en otras religiones e ídolos, sino por gracia, por medio de la fe en el mérito perfecto que hizo Cristo en la cruz del calvario, como suficiente para salvación, sin agregar nada más, el cual, es aceptado delante de Dios Padre, pues Jesús no pecó, pero nosotros sí, entonces, leamos lo siguiente:"Todos nosotros somos como el inmundo, y como trapo de inmundicia todas nuestras obras justas; todos nos marchitamos como una hoja, y nuestras iniquidades, como el viento, nos arrastran" (Isaías 64:6).
Cuando nos desarrollamos de manera óptima como persona[6] tenemos conciencia del bien y del mal, cuando dejamos de ser niños, por ende, dejamos de ser inocente delante de Dios y ya nos es pecado, no porque sea malo saber, sino cuando sabemos hacer el bien y no lo hacemos, cuando sabemos que hacer algo que es malo y lo hacemos, por lo tanto, cuando transgredimos las leyes de Dios. Esta transgresión o culpa de pecado no viene heredado de Adán, porque un bebé no nace con culpa de pecado, sino que, hereda la naturaleza pecaminosa o caída del ser humano con su tendencia a pecar y esta culpa de pecado se manifiesta cuando tenemos plena conciencia del bien y del mal, porque cada persona es responsable de su propia transgresión y culpa de pecado, influenciada por la naturaleza pecaminosa, el mundo caído y los demonios, por eso Dios dice "por cuanto todos pecaron" en plural:
"Por cuanto todos pecaron y no alcanzan la gloria de Dios." (Romanos 3:23).
Además, nuestro corazón siempre es de continuo rebelarse en contra los designios de Dios, porque siempre está siendo influenciado por esa naturaleza pecaminosa fundamentada en el fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal que comió Adán, y esta naturaleza pecadora es débil (Depravación Radical)[7], contraria a las cosas de Dios y más, cuando esta naturaleza es influenciada por el sistema mundial (el mundo), la vanagloria de la vida y está atenta a obedecer sus propias pasiones desordenadas (concupiscencia) y a las tentaciones de Satanás, de esta manera, no hay salvación por méritos humanos, porque nuestra humanidad y su naturaleza fue afectada por el pecado que cometió Adán.
Dios por amor envió a su Hijo a morir en la cruz para redimir con su sangre lo perdido, así salvar al pecador que es incapaz de salvarse a sí mismo, por esto mismo, la salvación es un regalo de Dios a través de la fe en Cristo.
Salvos por gracia y no por nuestros méritos
La gracia es la ayuda divina que el ser humano no merece, aun así, es otorgada por Dios diariamente, entonces, Dios por su gracia previa nos regala salvación como un don inmerecido, por medio de la fe en Cristo, no por nuestros esfuerzos, tampoco por nuestros méritos y ni siquiera debemos jactarnos en este asunto:"Porque por gracia habéis sido salvados por medio de la fe, y esto no de vosotros, sino que es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe." (Efesios 2:8-9).
Esto no es excusa para pecar deliberadamente y volvernos a las antiguas obras que realizamos antes de recibir de Cristo, porque recibimos salvación gratuita a través de la fe y espiritualmente Dios se une con nosotros, separándonos del pecado y de la culpa, entonces, ¿Cómo andar viviendo aún en pecado? ¿Para qué seguir en lo que Dios nos separó? Leamos lo siguiente:
"¿Qué diremos, entonces? ¿Continuaremos en pecado para que la gracia abunde? ¡De ningún modo! Nosotros, que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?". (Romanos 6:1-2).
Permanecer y dar fruto
Debemos perseverar[8] hasta el fin, sobre todo, en medio de persecuciones y aflicciones [Énfasis mío: en la fe y les habla a discípulos, a verdaderos creyentes en el Mesías], pues Jesús dice:"Y seréis odiados de todos por causa de mi nombre, pero el que persevere hasta el fin, ése será salvo." (Mateo 10:22).
Permanecer en la vid verdadera, quién es Jesús para llevar mucho fruto:
Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador. Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo quita; y todo el que da fruto, lo poda para que dé más fruto. Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado. Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo si no permanece en la vid, así tampoco vosotros si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer. Si alguno no permanece en mí, es echado fuera como un sarmiento y se seca; y los recogen, los echan al fuego y se queman. (Juan 15:1-6)
Y, cuando se habla de fruto, es formar el carácter de Cristo en nosotros, por esto, es necesario creer en Jesús, porque él es salvador.
¿Ve que es importante conocer los evangelios, en especial, a Jesús?
Conclusión
Aprendemos que: como nuevos creyentes debemos conocer a Dios mediante la oración, estudio de la biblia y obediencia; exhortaciones a no caer en extremos dañinos, despreciando el llamado particular que Dios tiene para cada uno, unos con mucha oración, pero poco estudio que desprecian el conocimiento de Dios, otros con mucho estudio, pero poca oración con falta de humildad desprecian el sentir bíblico, a los hermanos que manifiestan dones del Espíritu Santo y que el Señor tiene un propósito diferente para cada hermano en la fe y por lo tanto, no debemos obligar a los hermanos a ser todos iguales, por ejemplo: "1) Todos tienen que matarse los ojos estudiando; 2) Todos tienen que hablar en lenguas a la vez, etc.".También que, hay malentendido a la hora de obedecer el mensaje, ya que la salvación consiste en creer y esta fe debe estar fundamentada en Jesús.
Y, por último, que la salvación no consiste en méritos personales, sino en lo que Cristo hizo; el pecado nos apartó, cuando tuvimos conciencia plena haciéndonos enemigos de Dios, pero por medio de Cristo nos reconciliamos, sin embargo, no debemos abusar de su gracia para seguir pecando deliberadamente, sino permanecer en Jesús, la vid verdadera.
Agregar que, esta salvación fue muy costosa para Cristo, por lo que pagó con muerte de cruz y nuestro Padre regala no por dinero, sino por fe en su Hijo, entonces, no la despreciemos, más bien, temamos a Dios y seamos gratos toda nuestra vida.
[Entrada actualizada el 7 de abril de 2021].
Notas:
[1] Perfectos en amor, obrar con amor, cf. Mateo 5:43-48.
[2] En el sentido de, cuando somos gobernados solo por lo que sentimos, al punto de dejar la fe, la palabra de Dios y a Jesús de lado, si no sentimos que sea de Dios.
[3] Fenómeno sectario y expresión legalista disfrazada de espiritual de quienes se creen muy espirituales, con mezclas de sobrenaturalismo, como sobre énfasis en experiencias espirituales privadas, misticismo, sensacionalismo y demonización a todo lo que se mueve (una forma de decir), pero en extremo.
[4] Opiniones y doctrinas erróneas de quienes en su interpretación privada, revelaciones personales, experiencias místicas y sobrenaturales proclaman como si fuesen dogma, es decir, una verdad absoluta e infalible, como si gozaran de la misma autoridad de la palabra de Dios.
[5] Sobrenombre aludiendo a Juan Bautista Canut de Bon Gil (1846-1896) y en cierto sentido, despectivo que en Chile se les dice a los evangélicos. Con relación a la vestimenta elegante, ordenada de terno y corbata que usan evangélicos en Chile, y muchos le atribuyen de manera equivocada una "santidad externa".
[6] Wikipedia, La enciclopedia libre. 2021, “Persona”, última modificación el 12 de marzo de 2021. https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Persona&oldid=133916521.
[7] Doctrina cristiana, propone que nuestra naturaleza humana fue corrompida por la desobediencia de Adán y por ende, todos nacemos con inclinaciones pecaminosas, sin la gracia de Dios, nosotros no le buscamos, ni podemos salvarnos, esta doctrina la profesa el calvinismo, el arminianismo, el molinismo con tendencias reformadas, y en sí, el protestantismo, pero con sus diferencias.
[8] En este sentido, entra el tema si se pierde o no la salvación. Para más información, pueden averiguar sobre lo que dicen hermanos en lo que se conoce como “patrística”, periodo de los primeros líderes de la iglesia, también, la “reforma”, como la posición luterana, calvinista o arminiana reformada, arminiana wesleyana o incluso, molinista, pero como prioridad, es recomendado ver qué dicen las escrituras
Ñancucheo Víctor. "Introducción". En Estudios Básicos, ed.2, 3-8. Santiago: 2021. Edición en PDF.