Importante es aprender principios y valores cristianos, porque nos ayudara en nuestra vida, a ser sal y luz en este mundo, y también, es importante expresar la naturaleza de Jesús, relacionado con su carácter, expresado en nosotros, fruto del Espíritu.
Así que, a entender en qué consiste aprender y valorar principios cristianos, como también, la importancia central en desarrollar un carácter espiritual.
Principios y valores
El diccionario de la lengua española, en su séptima definición de principio, dice: "Norma o idea fundamental que rige el pensamiento o la conducta."1 Implica esto en, estar al tanto de las normas o leyes civiles, para el bien común. También, declara sobre la palabra valorar, en su segunda acepción lo siguiente: "Reconocer, estimar o apreciar el valor o mérito de alguien o algo."2 Esto indica que, al valorar leyes vigentes se cumplan. Entonces, los principios son reglas y leyes, para lograr un propósito y los valores en el sentido de apreciar estos principios, son la observancia, en resumen, el principio es la regla, el valor es la regla valorada y por consecuencia se pone en práctica.Implicancias
En el ámbito cristiano, los principios son reglas innegociables, es enseñanza cardinal y como base la ley de Dios en su palabra, mientras que los valores son la obediencia o prácticas a tales principios.Jesús hizo entender a sus discípulos que "si no nos negamos a nosotros mismos", no podremos ser verdaderos discípulos (Mateo 16:24), si identificamos esto como un principio, entonces, debemos valorar obedeciendo, es decir, renunciara día a día a nuestros sueños, visiones, ambiciones, e incluso a nuestra familia si es necesario, con tal de seguir verdaderamente a Jesús.
Dio orden de "hacer discípulos a todas las naciones" (28:19) y como principio cristiano, entonces, se obedece. Si no obedecemos, será una transgresión de nuestra parte a la ley de Cristo.
Si el Señor nos mandó a “amarle con todo nuestro ser y nuestro prójimo como uno mismo” (22:37-40), entonces, debemos obedecer ese principio e implica que, debemos deshacernos del odio o resentimiento.
Si Dios dio entender en su palabra que, “si seguimos la paz con todos y la santidad sin la cual nadie lo verá” (Hebreos 12:14), entonces, debemos esforzarnos en nuestras posibilidades estar en paz con los demás y santificados, para ver al Señor en aquel día, por lo tanto, implica dejar de lado la raíz de amargura, contiendas y toda clase de pecados. Por supuesto, todo es por fe.
Podemos ver también, los diez mandamientos dados por Moisés al pueblo de Israel (Éxodo 20:2-17), etc.
Y también, por guardar principios, dejaremos de hacer ciertas cosas para respetar estos.
Consecuencias por no observar principios
Detrás de cada mandamiento hay bendición, un gran beneficio que Dios otorga y si lo guardamos de corazón, será agradable delante de nuestro Padre y beneficioso para nosotros, por ejemplo:Si Dios creó al ser humano a su imagen y semejanza, sabe la necesidad de su criatura y de todos nosotros. Si constituyó ordenando un matrimonio monogámico, que consiste solo en dos personas, entre un hombre y una mujer para ser una sola carne (unidad), es porque sabe la necesidad sexual y es normal para el ser humano. Esta unión constituida está condicionado a la fidelidad, así preservar el ser humano con la procreación (cfr. Génesis 2:24; Mateo 19:4-6), para evitar toda clase de perversiones, evitar que nosotros solitariamente nos desenfrenemos en perversiones sexuales y así, evitar numerosas consecuencias, enfermedades, etc.
Si hemos visto, en la sociedad actual, se han propagado gran cantidad de enfermedades venéreas, como gonorrea, sífilis, herpes, virus (el sida)3, etc., es porque nuestra sociedad continuamente desobedece los mandamientos de Dios y es consecuencia de entregarse a pasiones desordenadas, estimulándose con pornografía, sexo oral, por consecuencia, enfermedades venéreas de transmisión sexual en la boca, porque no es uso natural, por lo tanto, una perversión; por relaciones homosexuales, hemorragias internas en el ano del varón, usando esa parte que no fue diseñada por Dios para penetración, sino para defecar y cuando dan uso contra naturaleza, implica, contagio de infecciones y posibles hemorragias en esa área, una obra influenciada por Satanás y que para nuestra naturaleza caída es muy difícil de resistir. Seamos sabios.
Por eso, es mejor obedecer a Dios, obedeciendo sus mandamientos, pues no solo por obedecer, sino, porque hay beneficio detrás de cada mandamiento y él quiere que no tengamos esas consecuencias.
Son innegociables
El propósito de seguir estos principios bíblicos es para perfección, cambio de vida, ciudadanos amorosos, benignos justos y santos, etc., mientras que por fe es para salvación. Estos principios cristianos son innegociables y no es buena idea renunciar a tales principios. Esto conlleva a pararse firme y conservar la determinada posición de obedecer a Dios antes que, a las leyes civiles, que puedan estar en contra de su voluntad.
Y esto, tiene que ver contra los siguientes temas: Aborto, feminismo, machismo, eutanasia, matrimonio entre un mismo sexo, racismo, ateísmo, anarquismo, politeísmo, autoritarismo, sectarismo, xenofobia, tendencias políticas como "extrema izquierda o extrema derecha", neofascismo, explotación, sincretismo religioso y todos los "ismos" que puedan estar en contra de los principios de Dios. Cuando judíos del sanedrín intimidaron a los discípulos para que no enseñaran en el nombre de Jesús, Pedro y los demás apóstoles dijeron esto:
"(...) Debemos obedecer a Dios antes que a los hombres" (Hechos 5:29).
Este es un gran principio que debemos valorar.
Principios fundamentales
Veamos este trabajo realizado por el equipo de Como vivir por fe:LOS MANDAMIENTOS PRINCIPALES
01) Ama a Dios con todo. (Mateo 22:37-39)
02) Ama a tu prójimo como a ti mismo. (Mateo 22:37-39)
03) Trata a los demás como quieras que ellos te traten. (Lucas 6:31)
04) Haz lo mismo que el buen samaritano. (Lucas 10:37)
DIOS Y JESÚS
05) Ten fe en Dios. (Marcos 11:22)
06) Teme a Dios. (Lucas 12:5)
07) Adora a Dios y sírvele solamente a él. (Mateo 4:10)
08) No pongas Dios a prueba. (Mateo 4:7)
09) Si confías en Dios, confía también en mí. (Juan 14:1)
10) Ven, sígueme. (Mateo 4:19)
11) Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos. (Mateo 8:22)
12) Vengan a mí todos ustedes que están trabajados y cansados. (Mateo 11:28)
13) ¡Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba! (Juan 7:37)
14) Carguen con mi yugo y aprendan de mí. (Mateo 11:29)
OBEDECER A JESÚS
15) Si me amas, obedece mis mandamientos. (Juan 14:15, Juan 14:21, Juan 14:23)
16) El que tenga oídos para oír, que oiga. (Marcos 4:23)
17) Si tu mano, pie u ojo te hace pecar, córtatelos y arrójalos. (Mateo 18:8-9)
18) Permanece en mí. (Juan 15:4)
19) Permanece en mi amor. (Juan 15:9)
20) Camina mientras tengas la luz. (Juan 12:35-36)
21) Esfuérzate por entrar por la puerta estrecha. (Mateo 7:13, Lucas 13:24)
22) Sean perfectos, así como su Padre celestial es perfecto. (Mateo 5:48)
AMAR, PERDONAR y JUZGAR
23) Ámense los unos a los otros de la manera que yo los he amado. (Juan 13:34)
24) No se enseñorean de los demás. (Lucas 22:25-26)
25) Cuida a las ovejas. (Juan 21:15-17)
26) No murmuren entre ustedes. (Juan 6:43)
27) No juzguen, y no se les juzgará. No condenen, y no se les condenará. (Lucas 6:37)
28) No juzguen por las apariencias; juzguen con justicia. (Juan 7:24)
29) Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás con claridad para sacar la astilla del ojo de tu hermano. (Mateo 7:5)
30) Tengan sal en ustedes mismos; y tengan paz los unos con los otros. (Marcos 9:50)
31) Si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda. (Mateo 5:23-24)
32) Si tu hermano peca, repréndelo; y si se arrepiente, perdónalo. (Lucas 17:3)
33) Si tu hermano peca contra ti siete veces en un día, y siete veces regresa a decirte "Me arrepiento", perdónalo. (Lucas 17:4)
34) Si tu hermano peca contra ti, ve a solas con él y hazle ver su falta. Si te hace caso, has ganado a tu hermano. Pero si no, lleva contigo a uno o dos más, para que "todo asunto se resuelva mediante el testimonio de dos o tres testigos" Si se niega a hacerles caso a ellos, díselo a la iglesia; y si incluso a la iglesia no le hace caso, trátalo como si fuera un incrédulo o un renegado. (Mateo 18:15-17)
35) Perdonen, y se les perdonará. (Lucas 6:37)
36) Sean compasivos, así como su Padre es compasivo. (Lucas 6:36) (…)4
Carácter cristiano
El diccionario de la lengua española, en su sexta definición, describe carácter así: "Conjunto de cualidades o circunstancias propias de una cosa, de una persona o de una colectividad, que las distingue, por su modo de ser u obrar, de las demás…".5 Entonces, el carácter describe cualidades o expresiones que posee una persona y cómo se comporta con los demás, esto es muy interesante.Carácter de Jesús, fruto del Espíritu
Es difícil controlar sentimientos intensos, sobre todo, cuando son inclinados al mal, es más, sin ayuda de Dios estaríamos buscando sentir y hacer maldad como animales irracionales, entregados al pecado, sin embargo, como personas que tenemos conciencia plena de nosotros mismos y del deber, debemos entender que, lo normal y saludable para nosotros es, andar en el Espíritu, manifestando carácter de Jesús (Juan 15:1-8), o sea, fruto del Espíritu en integridad, en todo lo que digamos o hagamos, en cualquier parte donde estemos, no por partes, no más amor y menos paciencia, no más fidelidad y menos dominio propio, no más gozo y menos mansedumbre, sino en lo posible, todas las características a la vez, porque se habla del fruto (por lo menos en esta traducción de la biblia de las américas) en singular, no de los frutos en plural y a su vez, es producido por el Espíritu, por eso, dice fruto del Espíritu en nosotros, si obedecemos, no por emociones o sensaciones gobernadas por nuestras pasiones desordenadas.Aprenderemos mucho si meditamos en la siguiente referencia:
"Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio propio; contra tales cosas no hay ley" (Gálatas 5:22-23).
Entonces, el carácter cristiano tiene que ver con el fruto del Espíritu y nosotros con sinceridad, debemos guiarnos por el Espíritu Santo, para expresar estas características espirituales hacia los demás, es más, enfatizar en medio de nuestras oraciones manifestar estas características, porque es y debiera ser la manifestación principal en nosotros, porque implica cambio de vida y duradera, a diferencia de la "manifestación tangible" del Espíritu, cuando con poder se ejerce un don espiritual, pero esta, en cuanto a toda nuestra manera de vivir secundaria, porque se trata de dones espirituales que se ejercen por un determinado momento, y porque ser sal y luz en este mundo está en estrecha implicación con la manifestación del fruto del Espíritu en nosotros.
Cuando no andamos en el Espíritu
El carácter cristiano es la manera en que un nacido de nuevo se desenvuelve con los demás y cómo debe proceder, pues no todos quienes se dicen cristianos son verdaderos cristianos o, muchos son cristianos inmaduros, porque muchos no han crucificado su carne y sus pasiones (v. 24), por lo tanto, actúan con malas actitudes, de hecho, pueden hablar mucha biblia, recitar versículos con exactitud y de letra en letra, haber realizado estudios teológicos e incluso, pueden ser parcialmente "guiados por el Espíritu", hablar con fervor, pasión, manifestar señales y prodigios o dones espirituales, pero su manera de vivir y de exponer la palabra, como se dirige a los incrédulos o a la Iglesia deja mucho que desear, puede estar demostrando amargura en la predicación, esto es molesto y triste.Los hermanos que demuestran malas actitudes no están procediendo conforme al carácter que debe tener un verdadero cristiano, no están sometiéndose al estándar de las sagradas escrituras y, por lo tanto, no son totalmente guiados por Dios o simplemente andan en su mundanalidad, porque no tienen todas sus áreas rendidas al Espíritu.
Contradicción es predicar: "Cristo te ama y hay que amar a los hermanos", mientras en el rostro de quien predica demuestra enojo, ira, en su actitud se ve contencioso, altivo y prepotente, característico de andar en la carne; o cuando se grita ¡Sin santidad nadie verá al Señor!, pero con amargura, enojo y orgullo. Contradecimos al Señor al no expresar humildad en nuestras actitudes.
Es lamentable que ciertos hermanos justifiquen estas malas conductas, diciendo que "no importa cómo se hable, sino hablar la verdad, aunque duela", pero hasta un mundano puede decir la verdad con maldad, para herir, dañar y eso no es guiado por el Señor. Si justificamos esas malas actitudes no andamos en amor verdadero, en el Espíritu, porque no provienen de la verdad, justicia y misericordia. Puede evidenciar en nosotros que, todas esas áreas no están gobernadas plenamente por el Espíritu, porque falta quebrantamiento, entonces, es lógico que, no andemos completamente en el Espíritu y no está bien. Esto es muy triste, porque es desobediencia a Dios.
Preeminencia en el carácter de Jesús
Jesús dijo, que aprendieran de él y, se caracterizaba por la humildad y la mansedumbre:"Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y HALLAREIS DESCANSO PARA VUESTRAS ALMAS" (Mateo 11:29).
Es un mandamiento directo de Jesús, el rey del universo, el único que describe un carácter para aprender, el cual, apunta a llevar su yugo y aprender, quien manifiesta un carácter manso y humilde verdaderamente, pero no haya ningún mandamiento explícito de Jesús para que aprendamos o "endiosemos" a Juan el Bautista o a Elías.
Claro que, se puede aprender de ellos, la valentía y el fervor por decir la verdad, en especial, a falsos maestros y considerar que ellos, Juan el Bautista o Elías fueron pecadores, personas con fallas, por lo que, no debemos fanatizarnos en rendirles culto, usándolos de excusa para ofender con malas actitudes, sin embargo, aunque se enojó Jesús, no tuvo pecado, la ira de Jesús no era pecaminosa y fue dirigida a personas de autoridad en su época, especialmente a religiosos judíos, a tales estudiosos de la ley, porque estaban condenando a la gente y negociando en el templo judío del primer siglo (21:12-13), o sea, a falsos maestros.
Muchas veces quienes se oponían a Juan el Bautista, Elías o a Jesús mismo, eran impíos, de corazón duro, amaban y justificaban sus pecados y sabiendo la verdad la rechazaban, pero, aun así, vemos que Jesús mandó a aprender de él, por ende, de su carácter, manso y humilde de corazón, entonces, indica fuertemente que debemos tener ese carácter manso y humilde de verdad, esa que es impulsada por el Espíritu Santo en la santificación.
Jesús dijo en el sermón del monte quienes son benditos y serían llamados "hijos de Dios", porque se caracterizarían de esta manera:
"Bienaventurados los que procuran la paz, pues ellos serán llamados hijos de Dios" (5:9).
Entendemos que, la característica del hijo de Dios es procurar la paz, no la contienda, andar de injusto o justificar pecados. En los versículos 10 y 11 habló de bendiciones para quienes son perseguidos por causa de vivir la justicia, honestamente, dando buen testimonio y son desprestigiados con mentiras, no para quienes anda con actitudes contenciosas, altiva y faltos de dominio propio, cuando andan en la carne y además, cuando son acusados, los señalan con toda razón, por cuanto están dando mal testimonio del evangelio, presentando ese mismo versículo fuera de contexto, adorando a Juan el Bautista, a Jeremías o a algún profeta o, descontextualizando Judas 1:3, sin tomar en consideración el versículo 4 y 1 Pedro 3:15, llamando a la ligera a cualquiera que es apóstatas, herejes, falso y siempre inclinados a condenar. Es lamentable, porque no viven como los profetas antiguos vivieron, apartado de comodidades, tampoco se consagran como aquellos hombres de Dios que describe la biblia y creen que pueden decir la palabra de Dios a la ligera, sin primeramente mostrar un carácter transformado por el Espíritu. Interesante, ¿No?
En resumen, podemos entender sencillamente con estos versículos que, en donde nos desenvolvamos y sobre todo, cuando se trata de servir en una congregación, es necesario ser guiados por el Espíritu, esto es, manifestando su fruto en todo lo que realicemos, así, no andaremos gobernados habitualmente por el poder del pecado.
Llenos del fruto del Espíritu
La perfecta voluntad de Dios es que aprendamos de hermanos que tengan esas características, llenos del fruto del Espíritu en sus vidas. Todo esté acompañado con esas características espirituales de paciencia y humildad. Siempre debemos pensar, anhelar en las oraciones y actuar con mansedumbre, paciencia, amabilidad, benignidad, fidelidad, valentía, humildad, dominio propio, amor, verdad, misericordia, liberalidad, y esto, perfectamente pueden ser principios para valorar, es decir, para obedecer.Y, por supuesto, pueden leer lo contrario a todo esto en Gálatas 5:17-25, comparemos y decidamos vivir en el Espíritu.
Ánimo, pidamos a Dios que manifieste el carácter de Cristo en nuestra vida, no intentemos ser mansos por nuestra cuenta, es preferible ser sincero con Dios, pero con la disposición de cambiar malas actitudes, para que, esa mansedumbre sea producida por el Espíritu, pero, debemos rendirnos a Jesús, porque no es con la fuerza humana, sino con el poder de Dios (cf. Zacarías 4:6).
A Dios sea toda alabanza.
Aclaración
La vida cristiana no siempre es "color de rosa", fácil, más bien, es quebrantamiento y tribulaciones continuas de parte del Señor; tampoco, a no emplear justo juicio, discernir y probar los espíritus, falsos profetas y falsas doctrinas, más bien, todo lo anterior, pero llevando un equilibrio y la base debe ser conforme a la voluntad de Dios, con justicia, verdad, amor y misericordia, considerándonos a nosotros mismos, porque nadie está exento de caer en pecado; y menos, a no de advertir de paganismo, ni reprender malas conductas de algún hermano, por el contrario, debemos denunciar y corregir firmemente, pero conforme a la escritura.Sin embargo, no debe ser pretexto para ofender, gritando o haciendo escándalo a medio mundo y decir que eso es predicar "sana doctrina" o, que "contendemos por la fe", pero sin esa mansedumbre que evidencia la palabra. Insultar y maldecir a cualquier persona, como fanáticos, gente que no razona y anda por sus sentimientos, es evidencia de estar viviendo en la carne y si persistimos esos deseos, el camino del Señor será blasfemado por nuestra culpa.
Lo mejor es humillarnos ante el Señor, pidiendo perdón y que impulse un cambio de vida, agradable a él, porque eso de andar manifestando las obras de la carne es pecado y no es estar en santidad, por más que gritemos verdades como: ¡Sin santidad nadie verá al Señor! Es importante que el cambio sea influenciado por el Espíritu Santo y es progresivo, no por esa iniciativa sentimental propia fundamentada en nuestra naturaleza pecaminosa, recordemos que, ocuparnos en ese sentir de la carne es muerte (Romanos 8:6-11), además el apóstol Pablo advirtió a los Gálatas lo siguiente:
Ahora bien, las obras de la carne son evidentes, las cuales son: inmoralidad, impureza, sensualidad, idolatría, hechicería, enemistades, pleitos, celos, enojos, rivalidades, disensiones, sectarismos, envidias, borracheras, orgías y cosas semejantes, contra las cuales os advierto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios (Gálatas 5:19-21).
Si creemos que actuar y predicar conforme al carácter bíblico es ser lisonjero, suave, cobarde o débil, entonces, pregunto:
- ¿Predicar conforme al carácter bíblico que describe la verdad de la palabra y, por ende, ser totalmente guiado por el Espíritu es ser falso, lisonjero, hipócrita o débil?
- ¿Desde cuándo, manifestar fruto del Espíritu es manifestar lisonja?
La respuesta es un no rotundo y propongo los siguientes:
- ¿No sería mejor procurar, buscar y anhelar la manifestación del carácter del Señor en nosotros y desde esa base, hablar la verdad de Dios, para no caer en hipocresía?
Compartiré un comentario de un hermano llamado Iván Rubio, el cual, con acierto dijo lo siguiente, en el minuto 11:38 en adelante, en su vídeo llamado: "Las Buenas Obras la Doctrina Olvidada [Recomendación: Más humano, más espiritual]", cito:
(...) Muchos en el Facebook levantan la bandera hostil [diciendo]: bueno, Jesús y Juan el Bautista proclamaban claramente ¡Serpientes! ¡Generación de víboras! Ok hermano, me parece excelente tu argumento, pero hay un pequeño problema, ¿dónde están las buenas obras de Jesús?, muy bien, ¿te quieres comparar en justicia con Cristo?, ¿dónde están las buenas obras?, ¿dónde está la buena actitud?, ¿dónde está la amabilidad, el amor y la justicia?. (...) ¿Tú tienes fe? Excelente, los demonios también creen y, conocen teología mejor que tú y que yo, pero, muéstrame tu fe sin tus obras y yo te mostraré mi fe por mis obras declara (...) Santiago (cfr. Santiago 2:14-26) (…).6
Entonces, si justificamos conductas como gritonear, palabrear, por decir la verdad con malas intenciones y actitudes, usando como excusa a Juan el Bautista que murió por decir la verdad, a Eliseo, porque se burló de los baales, a esa faceta de Jesús, cuando confrontó a los fariseos diciendo: ¡sepulcros blanqueados!, y los famosos clichés: "hay que decir la verdad, aunque divida, aunque moleste", entonces, pregunto:
- ¿Acaso tenemos mejores obras que Juan el Bautista y que Eliseo?
- ¿Nuestra justicia es mejor que la de ellos o es superior a la de nuestro Señor Jesús?
- ¿Nos consagramos con reverencia profunda, como antiguamente estos hombres de Dios lo hacían?
- ¿Hemos permitido a Dios que trate primeramente con nuestra vida, al igual que Moisés y todos los hombres de Dios en las sagradas escrituras?
- ¿Desde cuándo la gran comisión se convirtió en cacería de herejes?
- ¿Aprendimos a ser mansos y humildes de corazón como mandó Jesús?
- ¿El Señor ha moldeado primeramente nuestro carácter?
Meditemos nuestra actitud y de corazón humillémonos delante del Señor.
La verdad y fruto de carácter vienen de la misma fuente
No niego la realidad de otro extremo, falsos hermanos que se expresan dulcemente, pero mintiendo o predican enseñanzas distorsionadas de un supuesto evangelio conforme a sus concupiscencias, por supuesto, no son guiados por el Espíritu, porque el Espíritu dice la verdad, también, admito que, debemos decir la verdad, pero con propiedad, conforme al justo juicio, a la misericordia, y con actitudes espirituales, como humildad y misericordia, si es con ira, que sea santa y pura, en su justa medida, esa que no sobrepase el límite hacia la pecaminosidad, el cual, es difícil discernir si no tenemos claro Gálatas 5:17 en adelante y basado en el celo de amor a Dios, porque nadie está exento de caer en pecado, excepto Jesús.La verdad no está divorciada de la buena conducta. Para más amplitud, recomiendo leer: "El quebrantamiento del hombre exterior y la liberación del espíritu" de Watchman Nee.
Conclusión
Debemos fundamentarnos en principios, en especial, en los mandamientos directos de Jesús, con anhelo valorarlos, porque somos beneficiados y el Señor no quiere que seamos perjudicados por consecuencias que dejan nuestros pecados. Estos principios no son negociables y debemos estar firmes contra todo aquello que nos desvía de la ley de Dios.El fruto del Espíritu es el carácter de un cristiano, fundamentado en el carácter de Cristo, el cual, debemos aprender de corazón, para andar en el Espíritu y no satisfacer los deseos de la carne.
Y, por último, aclaraciones en decir verdades, pero como Dios lo evidencia en su palabra, con propiedad, equilibrio, mansedumbre, amor y misericordia, y manifestar fruto del Espíritu no es andar agradando con mentiras, porque obedecer a Dios no es hipocresía.
¡Ánimo y oremos para vivir en el Espíritu!
[Actualización el 9 de abril de 2021].
Notas:
1 Diccionario de la lengua española, s.v. “Principio”, consultado el 5 de abril de 2021, https://dle.rae.es/principio .
2 Diccionario de la lengua, s.v. “Valorar”, consultado el 5 de abril de 2021, https://dle.rae.es/valorar,
3 Wikipedia, La enciclopedia libre. 2021, “Infecciones de transmisión sexual”, última modificación el 26 de febrero del 2021, https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Infecciones_de_transmisi%C3%B3n_sexual&oldid=133563522 .
4 “100 Mandamientos de Jesús”, Como vivir por fe, consultado el 8 de abrí de 2021, https://comovivirporfe.com/ensenanzas/jesus-y-ensenanzas/82-100-mandamientos-de-jesus .
5 Diccionario de la lengua, s.v, “Carácter”, consultado el 5 de abril de 2021, https://dle.rae.es/car%C3%A1cter ,
6 Iván Rubio Hernández, "Las buenas obras la doctrina olvidada [recomendación: más humano, más espiritual]" Muertos al Pecado, 11 de febrero de 2018, vídeo,11m37s, https://www.youtube.com/watch?v=ltc7NGt30Kk .
Notas:
1 Diccionario de la lengua española, s.v. “Principio”, consultado el 5 de abril de 2021, https://dle.rae.es/principio .
2 Diccionario de la lengua, s.v. “Valorar”, consultado el 5 de abril de 2021, https://dle.rae.es/valorar,
3 Wikipedia, La enciclopedia libre. 2021, “Infecciones de transmisión sexual”, última modificación el 26 de febrero del 2021, https://es.wikipedia.org/w/index.php?title=Infecciones_de_transmisi%C3%B3n_sexual&oldid=133563522 .
4 “100 Mandamientos de Jesús”, Como vivir por fe, consultado el 8 de abrí de 2021, https://comovivirporfe.com/ensenanzas/jesus-y-ensenanzas/82-100-mandamientos-de-jesus .
5 Diccionario de la lengua, s.v, “Carácter”, consultado el 5 de abril de 2021, https://dle.rae.es/car%C3%A1cter ,
6 Iván Rubio Hernández, "Las buenas obras la doctrina olvidada [recomendación: más humano, más espiritual]" Muertos al Pecado, 11 de febrero de 2018, vídeo,11m37s, https://www.youtube.com/watch?v=ltc7NGt30Kk .
Fuente:
Ñancucheo Víctor. "Principios, valores y carácter". En Estudios Básicos, ed.2, 29.34. Santiago: 2021. Edición en PDF.