Oh Dios nuestro, ¿no los juzgarás? Porque no tenemos fuerza alguna delante de esta gran multitud que viene contra nosotros, y no sabemos qué hacer; pero nuestros ojos están vueltos hacia ti. (2 Crónicas 20:12)
Si bien habla este versículo de enemigos físicos en una guerra (véase su contexto leyendo todo el capítulo veinte de 2 Crónicas) y que se está pidiendo justicia, pero se puede aplicar en nosotros en nuestra lucha contra los enemigos de nuestra alma en humillación y dependencia total a nuestro Padre.
En la oración podemos pedir ayuda a nuestro Padre celestial si estamos luchando contra enemigos de nuestra alma, malos deseos, opresión demoníaca, hábitos pecaminosos, si estamos desorientados y necesitamos su consejo o si estamos siendo víctimas de alguna injusticia, algún agravio por parte de un impío, aprovechemos de hacerle saber de corazón nuestra dependencia en él, que sin él no podemos resistir y vencer, no somos nada sino solamente hacemos el mal cuando actuamos en nuestras propias fuerzas y no en el poder de su grandiosa fuerza, que fácilmente perdemos la paciencia y empeoramos las cosas. Podemos hacerle saber de nuestra parte que nuestra mirada está puesta en él y en su soberanía, humillándonos bajo su poderosa mano en medio de nuestra oración, de verdad lo recomiendo mucho. Jesús el Cristo, nuestro salvador, grandioso Señor, gracias por su gran misericordia y su gracia para con nosotros.
Exacto, es necesario someter la carne y el espíritu al Señor, ser sumiso a su voluntad y aceptar su palabra humildemente.. Así como su reprensión.. El esperar en Jesús que no tardará en socorrernos
ResponderBorrarAmén.
Borrar