Vuélvete, oh Jehová; ¿hasta cuándo? Y aplácate para con tus siervos. De mañana sácianos de tu misericordia, Y cantaremos y nos alegraremos todos nuestros días. Alégranos conforme a los días que nos afligiste, Y los años en que vimos el mal. (Salmos 90:13-15 RVR1960).
Contexto y explicación breve
Esta es parte de una oración de Moisés, siervo del Señor escritas en los salmos, que implora misericordia y gozo en medio de la adversidad a Dios. En este Salmo 90, él reconoce de Dios la majestuosidad de su poder, su protección (v.1), su soberanía ante la humanidad (vv.3-6), su ira (vv.7-9), su misericordia (v.14) y reconoce la ignorancia del ser humano, su limitado entendimiento (vv.11-12). Que el hombre no es eterno como él y que tiene muchas aflicciones en esta vida. Moisés está pidiendo compasión al Señor, preguntando ¿hasta cuando?, es una pregunta de angustia y ruego, pero no solo esto es lo que pidió, sino misericordia, de que el Señor sacie de misericordia a sus siervos todos los días en esta tierra, que él alegre a sus siervos en conformidad con sus aflicciones que él ha dispuesto, ya sea por medio de pruebas, por las consecuencias de sus pecados o por permitir que lo malo aceche las vidas de estos siervos.Contextualización a nuestras vidas
Puede ser que nosotros tengamos las mismas ideas de Moisés, que reconocemos que todo proviene de Dios, aún cuando él permite el mal en nuestras vidas. Reconocemos tal vez que somos polvo de la tierra y que no somos tan grandiosos para equipararnos con la sabiduría de Dios, nuestra vida es como como dice el verso 9: "... acabamos nuestros años como un suspiro", es decir, que nuestro tiempo en la vida presente es vanidad, como dice todo el libro de Eclesiastés. Tenemos en claro tal vez que el Señor nos protege de muchos males, cuando vivimos a su amparo (91:1), cuando nos humillamos continuamente bajo su poderosa mano (1 Pedro 5:6), si no tenemos en claro esto, entonces a leer más las escrituras, en especial todo el Salmo 90, pero si tenemos en claro todo lo anterior y nos preguntamos ¿por qué tanto sufrimiento? ¿por qué desde que sinceramente me propuse seguir a Jesús es que ha aumentado la maldad a mi alrededor o tengo que pasar aflicciones? ¿por qué no puedo vivir mas tranquilo? Si le pedí perdón al Señor y le sigo confesando mis pecados cada vez que fallo ¿por qué aún siento que no me ha perdonado?Lamentablemente tenemos que entender que todos nuestros pecados traen consecuencias a nuestras vidas, aún si el Señor nos ha perdonado, la diferencia es que muchas veces el propósito de Dios es que nosotros soportemos las consecuencias, por eso, nos da aliento, nos da alivio espiritualmente, nos da fuerzas como el búfalo (92:10; Isaías 40:31) de nuestros trabajos, pese a las consecuencias del pecado, para que estemos firmes si le amamos de corazón, también que si no vivimos más tranquilos, es porque que seremos perseguidos por causa de la justicia (Mateo 5:10-12; 10:25; Juan 15:18-21), cuando sinceramente servimos a Jesús de corazón viene aflicción, entonces debemos recordar que si nos odian, somos bienaventurados, estamos en el camino correcto, si nos afligen por causa de Jesús, quiere decir que el Señor está obrando en nosotros, aunque no asimilemos visiblemente su mano en nosotros, también que si no tenemos paz como la da este mundo es simplemente porque Jesús no da esa clase de paz, sino división (Mateo 10:34-35), entonces lo anormal sería más bien que estuviésemos en paz y que nadie nos atacara, porque eso simplemente evidenciaría que no estamos verdaderamente siguiendo a Jesús, también que si sufrimos, es porque el Señor prueba nuestra fe, para ver si realmente le amamos, entonces por eso a veces permite sufrimientos como dijo el apóstol Pedro, en cuanto a la fe: "para que la prueba de vuestra fe, más preciosa que el oro que perece, aunque probado por fuego, sea hallada que resulta en alabanza, gloria y honor en la revelación de Jesucristo" (1 Pedro 1:7), entonces esto es lo que debemos tener en cuenta claramente, pero que a pesar de todo, el Señor se compadece, por eso podemos descansar en este clamor a Dios por parte de Moisés, que el Señor se compadezca de nuestro sufrimiento, que tenga misericordia y que nos haga disfrutar cada mañana de ella, que renueve nuestro gozo, que nos de gozo en medio de las aflicciones, además que si Dios manda a gozarnos en todo tiempo, es porque él nos ayuda y nos ayudará a gozarnos (1 Tesalonicenses 5:16), aún en nuestras pruebas a tener "gran gozo", como dijo Santiago: "Tened por sumo gozo, hermanos míos, el que os halléis en diversas pruebas" (Santiago 1:2), que podemos decirle sinceramente y de corazón que nos de alegría en medio de nuestras aflicciones, sean cuales sean y por su misericordia todo el tiempo hasta ahora de todo el mal que hemos visto, que cantemos alabanza a su nombre, para que nuestro corazón no decaiga, para que no tiremos la toalla antes de tiempo. Esta es una oportunidad de pedir de corazón al Señor todo lo anterior, si nos sentimos desmotivados, si estamos sin fuerzas, si estamos aburridos de tanto sufrimiento, si estamos hartados de las pruebas, procedamos a hacer esta súplica como Moisés lo hizo inspirado por el Espíritu Santo, porque Jesús se compadece de nuestras debilidades (Hebreos 4:15).
Aplicación
De acuerdo con lo desarrollado, compartiré algunas exhortaciones para aplicar en nuestras vidas:- Siempre reconozcamos que Dios es bueno y que siempre tiene un propósito sano para nosotros, aunque no lo comprendamos completamente o nos parezca extraño (Salmos 136:1; Romanos 8:28).
- Pese a las aflicciones, a las adversidades o a las pruebas, hacer esta súplica de misericordia, de gozo y alabarle porque es intención de Dios, confiando en que el Señor si le place tener compasión, pero de acuerdo a su santa voluntad y no a la nuestra, por eso tiene que ser con humildad, no con altivez de espíritu (Salmos 138:6).
- No nos enojemos con Dios, no rechacemos sus caminos ni su sabiduría a la ligera, esta actitud es la causa de que Dios se enoje, que él permita que nos pasen cosas fuera de su santa voluntad y que seamos condenados (Judas 1:8-16).
- Que nuestra vida es vanidad, es como un pensamiento, un suspiro, va y viene, pero Dios permanece, es eterno y qué mejor que en nuestra vanidad, en nuestra ilusión de esta vida pasajera, pedir gozo y que disfrutemos en nuestras aflicciones como Dios le plazca, esto es, apartados del pecado, con una vida santa, porque ¿para qué vamos a estar amargados en la aflicción? ¿no será mejor gozarnos y disfrutar de mejor manera la vida, la prueba en vez de andar completamente amargados? porque el gozo también nos renueva el ánimo y Dios da fuerza espiritual (Eclesiastes 1:2-3; 1 Tesalonicenses 4:3-8; 5:16).
- Es verdad que no tenemos la paz como la da el mundo y no estaremos tranquilos como quisiéramos o como quiere este mundo, pero si podemos tener la paz verdadera, la paz de Dios que guarda nuestros corazones en Jesús, porque Cristo es nuestra paz (Efesios 2:14; Filipenses 4:7).
Conclusión
Si estamos en diversas pruebas, si estamos desanimados ¡si estamos hastiados de nosotros mismos!, si no estamos conformes con nuestro caminar, si todavía nos preguntamos los ¿por qué? de estas situaciones, si reconocemos que no merecemos nada, que somos muy airados, que no merecemos ni siquiera una compañía por nuestro mal carácter y que no podemos realmente disfrutar las cosas sencillas, entonces consideremos esta súplica de Moisés hacia Dios, que desde las mañanas nos sacie de su misericordia, pese a nuestras aflicciones, pese a nuestros problemas, pese a nuestra ignorancia.Que el Señor prepare nuestro corazón para soportar su amor, para obrar con amor sus mandamientos, para tener un corazón entendido en medio de las aflicciones, cantarle con gozo todos los días, que nos de ese deleite de disfrutar de su presencia, tanto en pobreza como en riqueza, tanto en lo poco como en lo mucho. ¡Señor, pon deleite en nuestro corazón en medio de nuestra adversidad!