
Descargar documento
Vídeomensaje original
Transcripción mejorada
Hola a todos, les saluda su hermano Víctor Ñancucheo, especialmente a nuevos en la fe, comenzando una nueva etapa en la vida. Los felicito porque no cualquiera acepta o recibe a Jesucristo en estos tiempos de distracción donde existe ridiculización a la fe cristiana. Se requiere valentía vivir como Jesús manda, como el cristianismo en su esencia nos dicta, en el buen sentido.
Gracia y paz sean a todos ustedes. Si eres nuevo, te felicito y quisiera infundir ánimo, persevera en la fe, agárrate de los medios de Gracia: la oración, el estudio de la Biblia, congregarse, adorar, ayunar, predicar y ofrendar. Crecer en la fe cristiana.
Comparación del crecimiento personal y del espiritual
“uno necesita desintoxicarse de todo el daño, las cosas malas de experiencias vividas que acumulamos en nuestro cuerpo, mente, nervios [la memoria emocional, por ejemplo], alma cuando estábamos sin Cristo”.
Primeramente, cuando uno es niño es inmaduro en la fe. Así como fuimos niños cuando crecíamos no sabíamos automáticamente todo. No vinieron pensamientos adultos [porque no estábamos en esa etapa de desarrollo] por supuesto. Empezamos a desarrollarnos. Comíamos algo más suave, después algo más fuerte. Empezamos a hablar y modular, después transitamos a otras etapas a medida de la edad [adolescencia, por ejemplo]. Comenzamos a razonar por nosotros mismos, ser conscientes, y también crecer en cómo manejar las emociones, el razonamiento. Empezamos a darnos cuenta de cosas que dan vergüenza de nuestro cuerpo [los cambios hormonales y anatómico].
Lo mismo pasa en el sentido espiritual. Empezar adquirir conocimiento, absorber luz. Es normal que de primera uno tenga vergüenza [de profesar públicamente la fe] porque, como decía en el vídeo anterior [El tema: La vida cristiana es difícil y es ligera su carga], uno necesita desintoxicarse de todo el daño, las cosas malas de experiencias vividas que acumulamos en nuestro cuerpo, mente, nervios [la memoria emocional, por ejemplo], alma cuando estábamos sin Cristo, en este caso, cuando estabas sin Cristo muertos en tus pecados (Efesios 2:1). Hay que “desintoxicar” eso [nuestro ser]. Entonces, cuesta dejar ciertos hábitos.
Tendencia pecaminosa, hábitos pecaminosos y disciplinas espirituales
Será inevitable caer en pecado, sobre todo, no es fácil dejar pecados placenteros. Para la naturaleza caída [el pecado como tendencia introducida a nuestra naturaleza humana por la desobediencia de Adán, cf. Romanos 5:12-14] que todos tenemos, ese hábito pecaminoso arraigado en el interior [y se refuerza con una vida social, cultura y ambiental pecaminosa]. Cuando naces de nuevo por creer en Cristo Jesús se forma una lucha [entre lo espiritual y lo carnal, cf. Gálatas 5:17-18], por eso es importante la disciplina de la oración y tener poder que viene de lo alto para ocuparse en cosas espirituales y desocuparse de las cosas pecaminosas, o sea, adquirir un nuevo hábito [por medio de las disciplinas espirituales]. Algo parecido a los enfoques conductistas o “cognitivo conductual” de psicología, pero desde la fe, es un participio continuo, desde una fuente espiritual y es integral. No es solo la conducta, también es el intelecto por medio de la palabra de Dios, por el conocimiento. Es importante leer la Escritura, estudiar la palabra y la oración. Esas dos disciplinas produzcan en nosotros conocimiento espiritual y virtudes: el dominio propio, el amor a Dios, el amor a Dios nos ayuda a dejar el pecado, el placer del Espíritu Santo que es el gozo (Gálatas 5:22) nos ayuda a apartarnos placeres pecaminosos, adquirir dominio propio y santificación, que es muy importante.
“ocuparse en cosas espirituales y desocuparse de las cosas pecaminosas, o sea, adquirir un nuevo hábito [por medio de las disciplinas espirituales]”
Ante dardos Satánicos, perseverar por fe
En ese sentido, insto a que se afirmen en Cristo. Cuando oren, porque cuando estamos comenzando, dudamos si realmente Dios escucha nuestra oración, pero ahí es donde tenemos que orar más, porque son ataques satánicos. Cuando hacemos la obra de Dios y dudamos es porque Satanás está susurrando, haciendo entender en ese momento para que reneguemos de Cristo. Son señales para con mayor razón orar, debemos hacer la voluntad de Dios, debemos humillarnos ante su presencia, si hay algo que perdonar, hacerlo de corazón y también, introducirnos a un nuevo entendimiento.
La importancia del perdón
El perdón en la fe cristiana (Mateo 6:12, 14-15; 18-21-35) no es como el perdón que se promueve en este sistema mundano, el perdón en la fe cristiana tiene que ver con una decisión que con un sentimiento, por eso, no esperemos sentir para perdonar, sino perdonar de corazón, una decisión. No perdonamos por mérito propio, sino con la ayuda de Cristo, por eso es en el nombre de Jesús y es una forma de “negarse a uno mismo” (Mateo 16:24) y eso está ligado al “perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos aquellos que nos ofenden” eso aparece por Mateo capítulo 6 en el sermón del monte, un mandamiento directo de Jesús.
“Todos tenemos algo que perdonar, pero también tenemos algo de que arrepentirnos”
Recuerda bien [en la oración] algo que perdonar. Todos tenemos algo que perdonar, pero también tenemos algo de que arrepentirnos y para ser perdonados por nuestro Padre, tenemos que perdonar a los demás (Mateo 6:14-15) esa es una regla ineludible. Si te cuesta perdonar sé sincero con Dios, hable con él y para eso es necesario orar, orar, clamar, adorar a Dios y él dará la fuerza para perdonar.
Más que un estado de ánimo, es una decisión
Hay veces que no querrás, tendrás rabia, hasta con malas palabras, pero eso es necesario sacarlo ante Dios, sé sincero con él. Ahí verás, por medio de la adoración en la oración, te ayudará, dará fuerza para perdonar, porque no estamos solos. Cuando aceptó a Cristo en su corazón (Romanos 10:9; Juan 7:38-39), en su vida mora el Espíritu Santo (Efesios 3:13; 1 Corintios 12:13) quién insta hacia el bien procedente de Dios (Filipenses 2:13), mientras que, la otra naturaleza [afectada por el pecado], las tendencias pecaminosas, de lo que tenemos que desintoxicarnos, nos influencia a que sigamos intoxicados. Por eso, es importante perseverar en la oración para perseverar en el Espíritu. Gloria a Dios por eso.
Despojarse del pecado es posible
“Ahora, tenemos a un Dios que no solo es poderoso, también es soberano (Deuteronomio 10:17-19)”.
No es fácil desintoxicarse de todo eso [de toda una vida pasada de pecado], pero es posible porque si el Señor lo manda, es porque podemos hacerlo (1 Pedro 1:16). La diferencia es que no es por nosotros mismos como antes [estando sin Cristo]. Creíamos hacer las cosas bajo nuestro control y si pasaba algo sin nuestro control, entonces “éramos torpes, basura, nada…”. Ahora, tenemos a un Dios que no solo es poderoso, también es soberano (Deuteronomio 10:17-19), está bajo control de todo y cuando buscamos a Dios, nos llenamos del conocimiento de la palabra, de su presencia en la oración, es una forma de creer, fortalecernos, que él se manifieste y viene por gracia. Siempre es por gracia. Recuerde eso.
Nuestra responsabilidad y la gracia de Dios
Aunque mi lenguaje parezca como si dependiera de nosotros, porque hay responsabilidad nuestra, sin embargo, siempre es de la mano de la gracia de Dios, siempre la gracia de Dios antecede a nuestras intenciones, por eso, es por gracia y no por obra, y eso por medio de la fe (Efesios 2:8-9). Es maravilloso el medio que es la fe porque si pensamos, hacemos estas cosas por fe.
Lucha: vieja vida contra nueva vida
Recuerda, si estás obedeciendo y aún te siguen pensamientos de incredulidad, deséchalo porque es Satanás que está desmotivándolo con ridiculización a que no sigas. Con mayor razón perseverar en oración. En la adoración aférrate a Cristo como nunca, nos dejes ir esta oportunidad, porque existe la posibilidad de desviarse de la fe (1 Timoteo 4:1) a no perseverar en la oración, sino Satanás no lo intentaría, por algo lo hace Satanás, conoce nuestra naturaleza pecaminosa que viene heredado por la desobediencia de Adán está muerta en delito y en pecado. Aún nosotros estando en Cristo tenemos nueva naturaleza, un hombre, semejanza a Jesucristo, sin embargo, depende a qué alimentemos; si es al Espíritu, al hombre nuevo que es en Jesucristo, perseverando en oración; o es a la pasada manera de vivir, el viejo hombre, digamos, ese talón de Aquiles, Satanás se aprovecha de eso, de lo intoxicado que podamos estar para hundirnos o, a la adicción que hemos adquirido difícil de romper poniendo desanimo, incredulidad y peleas.
“si estás obedeciendo y aún siguen pensamientos de incredulidad, deséchalo porque es Satanás que está desmotivándolo”.
Considerarse a sí mismos
Comparto esto con ustedes y también hablo para mi vida, no hablo desde “la perfección” porque no somos perfectos en el sentido de no equivocarse, sino como un humano porque puedo equivocarme. Considerándome a mí mismo y considerando a ustedes con humildad. Me gozo cuando hay gente nueva en la fe y te puede servir esta palabra.
Conclusión
Deseo de corazón que el Espíritu Santo fortalezca tu ser interior, conforme a la riqueza de la gloria de Jesucristo (Efesios 3:16) conforme a los méritos de Jesucristo, te ayude, sane, bendiga, motive, inste a estudiar la palabra. Su palabra sea un deleite, “andar en el Espíritu sea un deleite” como decía un predicador llamado Adrián Rogers (1931-2005) y como dicen otros hermanos: “sigue a Cristo por gracia a través de la fe”.
Les saludo en la paz y en la gracia de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Amén.