
"Felicito a todos ustedes, fueron valientes para aceptar a Cristo en su corazón".
Es una transcripción del vídeo podcast "Nuevo Comienzo".
Descarga el documento:
El vídeo y mensaje original
La transcripción mejorada
Hola a todos, sobre todo, los nuevos en la fe. Les saluda a su hermano Víctor en la paz y la gracia del Señor Jesucristo.
Comparto con ustedes motivación, aliento, mi deseo que perseveren en esta nueva fe porque vale la pena. Quisiera compartir pensamientos para perseverar porque la fe cristiana vale la pena. Uno obtiene sabiduría con el pasar del tiempo, con el crecimiento espiritual obtiene paz que sobrepasa todo entendimiento y es un camino difícil, pero es ligera su carga.
“Cuando uno se despoja del pecado se aligeran las cargas. Para despojarse del pecado es necesario depender del Señor Jesús y así, aprendemos mansedumbre y humildad de corazón”.
Sería mentiroso decir que será todo fácil. La fe cristiana no es fácil, porque hay un proceso, digamos, de desintoxicarnos de lo malo que veníamos trayendo o lo que usted venía trayendo cuando estaba sin Cristo en el mundo. En la nueva fe, pese a que, el Señor nos hace nuevas criaturas (2 Corintios 5:17), todo eso tenemos todavía: las tendencias de la vieja naturaleza que intentan volvernos a pecados anteriores (Gálatas 5:17 en adelante), porque se formaron hábitos de pecado [el cuerpo tiene memoria, p. ej. “la memoria emocional”] y la fe cristiana entra no solo a darnos la posición de justo en Cristo (Romanos 5:1), sino contrarrestar esas tendencias adquiriendo nuevos hábitos espirituales [reeducarnos] (Gálatas 5:22-23). Aquí entra la “disciplina espiritual”, porque existe un ente maligno que se opone al bien y lo que viene de Dios. Por lo que tendrán luchas. Esto pasa, he visto varias veces, la gente que está viendo la luz del evangelio, cuando el Señor está manifestando su gracia para que esta renuncie a sus pecados y confiese Jesucristo como Señor, el diablo se levanta con ataques de incredulidad, miedo…, también, las personas después de haber visto la luz, el diablo se levanta para confundir y que no crezca esa semilla en buena tierra: la semilla de la palabra de Dios (Mateo 13:18.23) y se desvíe de Cristo por las cosas del mundo, ofreciéndole los mismos placeres pecaminosos; que nos fijemos en los defectos de la congregación y renegar de Dios, entre muchas cosas.
La nueva fe es difícil
Es difícil, porque existe un sistema distractor (1 Juan 2:16), la riqueza, las formas de pecados y de idolatría que están en nuestro alrededor. Puede ser la propia familia que no sigue a Cristo y nos tratan de “loco e irracional”, malas miradas y juzgan las cosas pasadas, pero a la vez, es ligera.
También es ligera su carga
Es ligera la carga porque ustedes, nuevos en la fe, al renunciar a sus pecados diariamente, estos pecados tenían cargas de conciencia y efectos nocivos, emocionales, sentimentales, físicos y algunos muy placenteros, y “beneficiosos”, pero para el alma eran camino de muerte (Romanos 8:6) y todo eso es carga. El rencor, la falta de perdón, el mal carácter, la depresión en algunos casos, estar tristes, sentirse solo, no sentirse escuchado, ser despreciados, despreciar. Existe una parte de la conciencia que nos acusa [es el Señor que usa la conciencia para amonestar]. Y, esto se vuelve una carga pesada con el tiempo [cuando no nos arrepentimos]. Entonces, el Señor Jesucristo dijo en su palabra: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga” (Mateo 11:28-30). Eso es lo que el Señor produce, descanso para nuestra alma, porque es ligera su carga.
Despojarse del pecado nos aligera
Cuando uno se despoja del pecado se aligeran las cargas. Para despojarse del pecado es necesario depender del Señor Jesús y así, aprendemos mansedumbre y humildad de corazón. Es la consecuencia de tener descanso del alma, en ese sentido es ligera. No debemos pensar que todo depende de nosotros al realizar asuntos. Ahora, hay que confiar en un Dios soberano. Este es el camino, la nueva fe que no es fácil sobrellevar en este mundo, tanto por lo que ofrece y por nuestros defectos, pero es ligero porque nos aligera de cargas pecaminosas y da paz, humildad si perseveramos de corazón.
Es de valientes confiar en Jesús
Felicito a todos ustedes, fueron valientes para aceptar a Cristo en su corazón. No cualquiera lo hace en este mundo secularizado que ridiculiza, por ejemplo, en las universidades la fe cristiana, no digo que en todas, pero está esa tendencia racionalista, en la sociedad algunos ven solo la hipocresía de ciertos hermanos en la iglesia, pero no ven lo bueno y generalizan, ridiculizan. Independiente de eso, los felicito en el Señor porque son valientes. Eso viene por gracia, porque la gloria es para el Señor.
Perseverar en la oración
Así que, los motivo a seguir perseverando. ¿Tiene alguna enfermedad? Dios es capaz de sanar, crea en él, pero depende de su perfecta voluntad. ¿Tiene alguna inquietud? Exprésela al Señor en oración, por eso es importante para los nuevos en la fe y también para los antiguos perseverar en la oración (1 Tesalonicenses 5:17) porque es importante en la fe cristiana.
Averigüen sobre la oración (Mateo 6); renueven su fe; su mente por medio del conocimiento de la palabra de Dios (Romanos 12:2; Juan 5:39), precisamente del conocimiento de Dios expresado en la palabra de Dios. Nos hará juzgar con justo juicio (Mateo 7:24), hacer misericordia (Lucas 6:36), discernir si lo que escuchamos es verdad o no, congregarse porque es necesario asistir a una congregación, reunirnos como iglesia (Mateo 18:18; Hebreos 10:25) y también, ser edificados por los medios que el Señor ha dispuesto a través de los hermanos que tienen dones espirituales como de enseñanza para que aprendamos, de profecía para que seamos edificados conforme a ese don, de misericordia para que seamos movidos a misericordia y también para apoyarnos los unos a los otros. Así, practicar el amor para cuando estemos en el trabajo, en otras áreas de la vida, podamos expresar el amor de Cristo a los demás. Por eso es importante la comunión con Dios y con la congregación porque es una implicación de amar al prójimo como a sí mismo (Mateo 22:36-40).
Es por gracia y no por mérito propio
“Si tiene miedo, busque a Dios para que el amor del Señor venza el temor en usted (1 Juan 4:18)”.
Gloria a Dios por eso y siga perseverando en oración. Si tiene miedo, busque a Dios para que el amor del Señor venza el temor en usted (1 Juan 4:18). Esto es por gracia, eso es importante, a pesar de que lo que podamos hacer, eso no nos salva, solamente la gracia de Dios es la que nos salva por medio de la fe (Efesios 2:8-9) mientras creamos en Cristo somos salvos por gracia no por obras para que nadie se gloríe, y por supuesto nuestro salvador es Jesucristo, 100% Dios, 100% hombre, nuestro verdadero intermediario entre Dios y los hombres, Jesucristo (1 Timoteo 2:5) porque él es el Emanuel (Isaías 7:14), es el Dios con nosotros (Mateo 1:23).
Conclusión
Eso sería por el momento y la paz del Señor sea con todos ustedes. Que la gracia y la fortaleza del Espíritu Santo sea en su interior, conforme a las riquezas de la gloria de Jesucristo, en el nombre de Jesús, amén y amén.